En la milla once estaban esperando los miembros de la delegación coruñesa movilizada a Nueva York para animar a los corredores del proyecto Enki que, ayer, participaron en la maratón de la ciudad. Su deseo era que los 46 desplazados pudiesen sumarse a la carrera, pero no pudo ser, ya que algunos de ellos son menores, así que, la experiencia se completó con dos actividades: la primera, la participación de toda la delegación en la prueba previa a la maratón y, la segunda, para animar a los catorce deportistas que habían conseguido su dorsal y que cumplieron un sueño fraguado durante años.

Entre ellos, Ángel López, el presidente del Proyecto Enki que corrió en silla de ruedas, también Pedro, que participó con silla de running en formato dúo, empujando para llegar a la meta, pero antes, la milla once, a la que tenían que llegar todos juntos aunque sus ritmos fuesen diferentes. Al pasar, corredores y animadores se fundieron en grandes abrazos, pudieron hacerse fotos y, por supuesto, reivindicar la diversidad en una prueba tan importante a nivel mediático. La concejala de Deportes, Mónica Martínez, que formó parte de la delegación coruñesa que animó a los corredores de Proyecto Enki, felicitó no solo a los participantes en la prueba americana sino también, a través de sus redes, a los que se sumaron a la carrera de O Ventorrillo, en la que se inscribieron más de dos mil personas.

Los miembros de la delegación coruñesa de Enki abandonaron la milla once en cuanto vieron pasar a sus compañeros para poder esperarles en la meta y recibirles con aplausos y abrazos y sin mirar al reloj, porque, en estos casos, las marcas no son lo más importante.