Entrevista | Miren Iza Cantante y compositora, con Tulsa en la Mardi Gras el sábado

“Esta gira es muy kamikaze, el circuito de salas se está convirtiendo en un lujo”

“Siempre faltarán voces de mujeres en la música, hay mucha historia que compensar”

Miren Iza, de Tulsa.   | // LOC

Miren Iza, de Tulsa. | // LOC / Jacobo Caruncho

Miren Iza, cantante y compositora de Tulsa, se sube junto a su banda al escenario de la sala Mardi Gras mañana sábado 20 de abril para presentar su último trabajo, Amadora, un álbum que da voz a la mujer.

Su último álbum, Amadora, es bien intensito.

Sin el diminutivo (ríe). Es un disco intenso e infinito, te diría. Es una especie de muesca en el tema complejísimo que trata.

Con este trabajo le da voz a muchas mujeres

Sí, Amadora puede ser un personaje de ficción pero no tan de ficción que son muchas mujeres y que las vemos mucho alrededor. Es una mujer con la consigna heredada de cuidar, de amar, de estar disponible siempre con la justificación de la bondad, de la santidad o de la dulzura. Es un mandato que nos ha atravesado a todas.

¿Ha cambiado algo esa visión de la mujer?

No ha cambiado mucho, pero al menos ahora lo podemos identificar y estamos hablando de ello. Y podemos casi también elegir sin tanto coste si no seguir un carril prediseñado sin que el coste sea el de ser una outsider y friki solitaria. Es una conversación necesaria entre todas y todos, también esto apela mucho a los hombres y a su posición dentro del sistema cultural y familiar.

¿Pero cree que su música la recibe igual un hombre que una mujer?

Ostras pues yo pensaba que iba a llegar sobre todo a las mujeres y creo que es así, que impacta de una manera mucho más emocional y mucho más bestia, pero también he visto reacciones muy fuertes en hombres.

¿Su trabajo se puede catalogar como feminista?

Me parece importante agradecer al feminismo que ya existe y nos atraviesa a todas que yo me haya hecho estas preguntas. Sin el discurso público en torno al feminismo a lo mejor no habría llegado a decir qué pasa con estas mujeres, que todas tienen este dolor en el cuerpo resulta que tienen estos antecedentes de cuidados abnegados a otro familiar o que se ha interrumpido una queja que ha irrumpido en el cuerpo. El feminismo ha permeado todos los ámbitos de la sociedad y eso nos lleva a otras preguntas.

¿Faltan voces de mujeres en la música?

Siempre faltarán voces de mujeres, hay mucha historia que compensar. Y seguimos teniéndolo más difícil. Siempre es complicado definir a qué factores atribuir el hecho de que las mujeres y yo misma tenga una voz interna que me dice déjalo ya que no tienes edad. Y el propio gusto del público tiende a identificarse más con el discurso masculino.

El dolor es un tema muy recurrente en su disco y atraviesa a todas las personas.

El dolor es tan complejo y con raíces en sitios tan diferentes que todo el mundo ha tenido una vivencia de dolor propia o cerca.

Un dolor que puede derivar en problemas de salud mental, lo que me lleva a su tema 024, que coincide con el número de la línea de atención a la conducta suicida.

Es un tema que quería que tuviera esperanza, igual que todo el disco. Es un disco que he podido hacer desde una situación estable y fuerte, que no me llevara con él a su oscuridad. 024 para mí era ineludible porque una mujer que está con ese dolor lógicamente va a tener ideas de muerte. No quería saltarme ese episodio para perpetuar el tabú.

¿Y puede ser la música sanadora?

La música puede ser muy balsámica y ayudar a tocar algunas teclas que te lleven a otro lugar. La música es una compañía infinita, pero a la música no le compete sanar.

Usted es psiquiatra. ¿Nacen sus letras de esa faceta?

Esta es la primera vez que integro los dos mundos y la pregunta más grande y el motor del disco viene de hablar con infinidad de mujeres y ver que no hay un alivio y a lo mejor estamos buscando la solución en el ámbito que no es. El ámbito médico se queda corto a la hora de dar solución. Siento la responsabilidad de llevármelo a mi otra personalidad, la que escribe e investiga en forma de canciones.

¿Qué diferencia a Miren de Tulsa?

Nada, las dos están asentadas en lo mismo. Estéticamente una está en el plano de lo real y la otra en el de la fantasía, lo imaginario, la poesía. Hay un escape que me ha servido para mantener un equilibrio.

Este es su primer disco totalmente autoeditado. ¿Le ha dado más libertad para trabajar?

Es más libertad pero también más soledad para tirar de un carro que a lo mejor no es lo que más me apetece. Pensar a nivel empresarial se me da francamente mal.

Pues para dársele mal parece que la cosa va bien.

Que se me da muy mal (ríe). Se ríen de mí en mi casa.

En su gira apuesta por las salas pequeñas. ¿Se está perdiendo esa forma de girar?

Esta gira por salas es muy kamikaze, porque vamos toda la banda y va a haber pérdidas y pienso que a lo mejor es la última que hago. Una gira en salas es algo especial pero lamentablemente ya no se están dando tanto, porque el circuito de salas se está convirtiendo en una especie de lujo. El gusto del público ahora está enfocado a los festivales, desde todos los ámbitos se ha animado a que la experiencia festivalera sea la más deseable.

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