A las fotografías de estudio del bautizo, la comunión y la graduación de los hijos se les suma ahora la materialización del embarazo en su máxima expresión. Desnudos integrales y otros más sugerentes en los que sólo se aprecia la barriga de mujeres en avanzado estado de gestación empiezan a decorar los escaparates de tiendas de fotografía. El propósito es claro: inmortalizar uno de los momentos más felices que vivirán en sus vidas. Porque los embarazos se convierten durante meses en la barriga más deseada.

No son solamente las famosas de Hollywood las que se desnudan ante una cámara embarazadas. Imágenes similares se pueden ver ya en algunos escaparates españoles. La diferencia es que las embarazadas anónimas no cobran, como las famosas, grandes sumas de dinero, ni sus instantáneas aparecen en internet o las portadas de las revistas, sino que ocupan un lugar privilegiado en la estantería del salón, la pared o la mesilla de noche.

A la tendencia iniciada por Demi Moore en 1991 le han salido seguidores en el continente asiático. Y es que en Tokio, donde las japonesas llegan a pagar 255 euros por un álbum, han surgido estudios especializados en lo que llaman fotos de maternidad. Cohibidas al principio, las niponas acaban relajándose ante la cámara e imitan a la cantante de pop Hitomi, que promocionó su nuevo disco el pasado mes empapelando las calles de la capital con las fotos de su abultada barriga de embarazada. Fue toda una revolución, y la cantante se embolsó los beneficios de las 10.000 copias vendidas del libro recopilatorio de las fotografías en tan sólo la primera semana de su publicación.

Pero la moda no ha llegado solamente a Japón. Durante el pasado mes de julio el fotógrafo gallego Luis Lorenzo ha inmortalizado las barrigas de seis embarazadas. Lorenzo, que lleva haciendo este tipo de fotos desde que abrió el estudio hace once años asegura que la tendencia se ha acentuado durante los últimos tres meses y que las mujeres que lo hacen "ven a las famosas en las revistas o la televisión y quieren una foto parecida".

Una de ellas es María José Ramos. "Estando embarazada eres totalmente diferente a como eres normalmente". Ésta es la razón por la que se animó a posar para Luis Lorenzo. "¿Comparar mis fotos con las de las famosas? Las mías son más bonitas todavía", afirma orgullosa.

Tener un recuerdo y plasmar en papel los cambios que se producen en el cuerpo durante el embarazo es el motivo principal por el que las mujeres se unen a esta tendencia. "En general no hay mucho pudor y son ellas mismas las que quieren salir desnudas", señala la fotógrafa María Quintero. "Lo principal es resaltar la barriga y apreciar cómo el ombligo sale de su sitio", añade la fotógrafa, quien considera el desnudo como algo "secundario" en este tipo de fotografías.

En el caso de Charo, quien posó embarazada junto a su marido en tres retratos en blanco y negro y uno en color, el motivo de las fotografías es "recordar un momento que puede que no vuelva a producirse", ya que como explica ella misma, "no sabe si esta va a ser la única vez que esté embarazada". Luis Lorenzo, para quien "cada mamá es un mundo", explica que la variedad de las instantáneas depende de los gustos.

Así, la moda que empezó con los posados de las celebrities se extiende al anonimato y se materializa en algunos escaparates gallegos, donde las futuras mamás exponen orgullosas sus panzas.