-¿De padre coruñés?

-Mi padre era malagueño, capitán de carabineros, pero en julio de 1936 estaba destinado en A Coruña.

-¿No tiene raíces gallegas?

-¡Un momento, sin faltar! Pallín, es gallego. Siempre discuto con Manuel Fraga si es originario de Ourense o de Monforte. Mi madre, que es Pallín, fue una madre gallega y enxebre y mantuvo siempre las raíces con Galicia; y Verín, de donde era, es mi infancia, mi adolescencia y gran parte de mi vida.

-Hay quien le reprocha ser progresista siendo hijo de franquista.

-Mi padre fue un golpista que se unió a la sublevación contra la República. Era franquista pero era la persona más maravillosa y con más valores éticos que conocí, y sus subordinados lo adoraban. Yo estoy muy orgulloso de mi ejercicio profesional, entre otras cosas porque mientras torturaban a los presos políticos y había consejos de guerra, a los llamados jueces civiles o de carrera nos dejaban a los ladrones de gallinas y cuatro cosillas más. El franquismo no confiaba en la mayor parte de los jueces para encomendarle cuestiones de represión de disidentes.

-El Supremo persigue a Garzón por investigar esa represión.

-Nunca se debió de llegar a este extremo. Él inició una investigación que se hizo en todos los países del mundo: Francia, Alemania, Argentina, Suráfrica, Chile, Camboya, Japón... No sé por qué España no podía hacerlo. Se podrá discutir si Garzón es o no competente, yo creo que sí, pero en ningún caso la incompetencia se puede transformar en delincuencia. El que sostenga esta aberración se cargaría a más de la mitad de los jueces.

-¿Las sentencias de los tribunales militares deben ser nulas?

-Sí, igual que hizo Alemania en dos ocasiones muy significativas, contra los crímenes del nazismo y, después, contra los crímenes de la RDA. No creo que sea un disparate cuando todo el Derecho internacional lo propugna.

-El PP sigue rechazando la retirada de símbolos franquistas.

-Posturas ideológico-sentimentales de nostalgia de la dictadura y del fascismo puede tenerlas cualquiera. El problema es que ahora hay una ley que lo impone. Seguramente, pondrán una sanción administrativa a los ayuntamientos que no la cumplan.

-¿Habla gallego?

-Eu falo o que queiras.

-¿Le preocupa que Feijóo derogue el decreto lingüístico?

-Yo escribí sobre la cuestión lingüística y me parece que el decreto es muy razonable. Cualquier posición en contra son ganas de crear conflicto. Escribí también sobre la Federación Ibérica de la comunidad galaico-luso-brasileña, que ya propugnaba Valentín Paz Andrade.

-¿Defiende la unión de toda la lusofonía?

-Soy lusista, nos facilitaría tener una comunicación con casi trescientos millones de personas.

-¿Qué cree que dictaminará el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña?

-Han pasado tres años, un plazo preocupante. El término 'nación' cabe perfectamente en la Constitución, puesto que ya habla de nacionalidades. Es más, toma como ejemplo el proyecto de constitución federal de la República.

-¿Una nación catalana dentro de la nación española?

-Que la nación española esté integrada por la nación catalana o por Cataluña como nación no plantea el más mínimo problema. Lo que sí plantea problema -y algunos han pasado por encima- es la relación bilateral entre Cataluña y el Gobierno central, porque eso sólo es posible en un Estado confederado como Suiza. Y si eso se admite, lo tendría que admitir el resto de España también, y no se sometió a votación del resto de España.

-¿El Constitucional puede tumbar un gran pacto político?

-Soy partidario de que se hubiese quitado el recurso previo de inconstitucionalidad, pero podía haberse hecho una excepción con aquellas leyes que fueran sometidas a referéndum. No se hizo y ahora vienen estos lodos. Y, además, con un plazo perentorio para el Constitucional, que si en seis meses no decía nada se entendía que daba su aquiescencia a la constitucionalidad. Ahora, mantener que vale todo lo que se ha aprobado en referéndum, ¡cuidado!, que a lo mejor se llega a aprobar la pena de muerte.

-¿Recibir trajes es cohecho?

-El problema es de dónde proceden y de dónde son los donantes.

-¿En el caso de Camps?

-Los archivó el Tribunal Superior de Valencia y, como está pendiente de resolver por el Tribunal Supremo, no puedo decir nada porque a lo mejor me toca a mí.

-¿La dependencia del poder judicial de los partidos?

-El Consejo tiene una manera perversa de elegirse y los partidos hacen y deshacen. Lo más grave es que el propio presidente del Gobierno, y lo dijo, eligió al presidente del Consejo y del Tribunal Supremo (Carlos Dívar), y no los 20 vocales, como marca la ley. Son vicios que venimos denunciando desde hace mucho y que, o se corrigen, o nos lleva a una situación a la italiana de desmantelamiento de los principios constitucionales. No se dan cuenta del daño que hacen.

-¿Hay que reformar la ley de financiación de los partidos?

-Lo llevo diciendo desde antes del caso Filesa. Es una fuente de corrupción y desigualdades.

-¿La Justicia está muy mal?

-Está mal porque nadie ha querido darse cuenta de que estamos con un procedimiento escrito, que es lo más parecido al fuero juzgo, y leyes de enjuiciamiento del XIX que dan lugar a esas fotos espectaculares de los archivos judiciales rebosando de papel hasta en los cuartos de baño. La Justicia en España ha muerto ahogada de papel.

-¿Hay motivos para la huelga?

-Yo creo que no, en absoluto. Y con la crisis económica, no creo que sea el momento más adecuado. Además, los jueces no tenemos derecho a la huelga.