Marije Goikoetxea Iturregui es licenciada en Psicología y Teología, máster en Bioética, profesora en la Universidad de Deusto y experta en maltrato a mayores y personas dependientes.

-¿Cuál es la tasa de malos tratos a mayores?

-El estudio del maltrato a mayores es muy reciente y la mayor dificultad es que cada uno lo define de una manera distinta. Por eso en unos estudios se calcula que el maltrato afecta al 0,8% de los mayores y en otros la tasa se eleva al 56%.

-La diferencia es desproporcionada. ¿Con cuál se queda usted?

-El País Vasco se ha acogido a la definición del INPEA (Red Internacional para la prevención del abuso de ancianos), que impulsa la ONU, y que define el maltrato como el daño o angustia que se provoca bien por una acción o por una falta de respuesta adecuada, o lo que es lo mismo, no se cuida las necesidades básica de esa persona.

-El maltrato es un delito.

-El INPEA incluye todo el maltrato, con independencia de que sea intencionado o no. En el primer caso se trata de un delito, en el segundo, sería una obligación de la Administración Pública atender a la víctima.

-Y teniendo esto en cuenta, perdone la insistencia, pero ¿cuál es la tasa?

-El maltrato en España, incluyendo tanto el intencionado como el que no lo es, se situaría en el 8%. Se calcula que los márgenes están entre el 5 y el 10%.

-¿Por qué se produce?

-Se ha hecho un trabajo para identificar los factores de riesgo e identificar esos factores de riesgo para que la Administración la aborde. Son tres: la dependencia y el trastorno conductual de la persona dependiente, la sobrecarga a la que se ve sometido el cuidador, y que la relación afectiva entre ambos sea conflictiva. Cuando se juntan los tres, la posibilidad de que exista maltrato es del 90%.

-¿En qué consisten esos malos tratos?

-El psicológico es mayoritario, de un 80%. Al mayor se le humilla, se le deja aislado, se le confina sin su consentimiento a una estancia determinada, se le agrede verbalmente, no se atienden sus necesidades... Los malos tratos físicos se calculan que representan el 0,8%, y tiene que ver con una falta de respuesta adecuada, por falta de atención.

-Pero hay más tipos, como el económico.

-Sí, que es la utilización de bienes con consentimiento viciado o sin consentimiento, o el uso de esos bienes para uno mismo o para un tercero en lugar de dedicarlo a la atención y cuidado del mayor. Este tipo de maltrato se da en personas mayores tanto si tienen demencia como si no, porque existe el abuso de confianza.

-Los mayores son reacios a gastar el dinero ahorrado, aunque sea en su cuidado.

-La mentalidad de estas personas es la de ahorrar porque confían en que cuando sean mayores sus hijos les cuidarán, y por eso tienen asumido que deben de tener patrimonio y ahorros para dejarles en herencia. Pero ahora ya se empiezan a ver casos en los que se deshereda a los hijos.

-¿Le parece una decisión acertada?

-No se trata de juzgar. Pero cuando se rompe la confianza es cuando se dan esas situaciones. De todas formas, son muy minoritarias y lo habitual es que aunque los hijos no los cuiden y los mayores necesiten utilizar su dinero para que les atiendan otras personas, se arreglen para no tocar lo ahorrado y dejar su herencia.

-Eso explica que no quieran ir a centros si cuestan dinero, ni contratar a personas para que estén atendidos en casa.

-Efectivamente. Es muy frecuente que los mayores no quieran recibir prestaciones para no gastar el dinero que han ahorrado para sus hijos.

-¿Los malos tratos se dan solo en el ámbito privado?

-Es difícil entrar a realizar este tipo de estudios en residencias y centros asistenciales públicos porque hay que preservar la intimidad de estas personas. Pero sí le puedo decir que los mayores tienden a ocultar que sufren esos malos tratos e incluso en muchos casos ni siquiera los identifican como tal.

-¿Como ocurre con las víctimas de la violencia machista?

-Es algo parecido a eso, sí. En el País Vasco lo hemos estudiado y en el 50% de las personas mayores que no sufren demencia, ocultan que están viviendo esa situación.

-¿Por vergüenza?

-No identifican que sean malos tratos y ven normal que se les trate mal, que se les grite, porque se consideran una carga para la familia, para los que le cuidan. A veces incluso el cuidador reconoce que actúa de esa manera porque está sobrecargado, tensionado, superado... Pero ellos no, ellos sólo reconocen el maltrato físico intencionado. Por ejemplo, si se les tira del pelo, si se les pega. Eso sí lo identifican claramente.

-Pero que les griten, o les insulten...

-Esa aceptación tiene que ver con su baja autoestima, que a su vez tiene que ver con el grado de dependencia. Cuando una persona es independiente y puede hacer las cosas por sí misma, aunque sean básicas, como la de asearse, su autoestima se mantiene intacta. Pero a medida que esa independencia disminuye, su autoestima también lo hace y por eso entienden que son una carga y que molestan. Si una persona no se estima a sí misma, no va a hacer que les estimen los demás y que la traten bien.

-¿Quién sufre más maltrato, los hombres o las mujeres?

-Las mujeres, dependientes y mayores de 80 años. Y también son las que más lo esconden. Hay muchas con 70 años y más que atienden a sus nietos de lunes a viernes, y los fines de semana se quedan solas, sin que nadie las vaya a ver o a charlar con ellas o a sacarlas de paseo. Ellas entienden que es que la familia tiene que descansar y estar junta, y no entiende que ella también tiene derecho a un reconocimiento por esa tarea tan importante que realiza el resto de la semana.