-¿Cuál es el estado de los derechos LGTB (Lesbianas, Gais, Bisexuales y personas Transexuales) en Europa?

-En comparación con otros continentes estamos muy avanzados. Algunos países de la UE, los escandinavos principalmente, han sido de los primeros en tener leyes contra la discriminación y de matrimonio de gais y lesbianas. Ahora en la UE el nivel de visibilidad también es bueno. Y hay una ley comunitaria contra la discriminación en el trabajo por orientación sexual y otras razones (opinión política, edad...). Para la no discriminación en el acceso a servicios y bienes solo existe una ley europea referente a la raza, pero no por orientación sexual u otros motivos. En Austria, dos jóvenes lesbianas se besaron en un café y la empresaria les echó. Hicieron una protesta, pero no pudieron ir a juicio porque no hay ley contra esta discriminación. En Alemania, sí. El nivel de igualdad no es el mismo en toda la UE. Esta propuesta de ley de igualdad y no discriminación (por motivos de orientación sexual, discapacidad, religión...) fue aprobada por el Parlamento en 2009 pero desde entonces está atascada en el Consejo. Los países miembros no se ponen de acuerdo para hacer una ley europea de igualdad para todos los grupos discriminados.

-¿Y en materia de pareja y adopción?

-En materia de pareja y adopción, el tema se trata como un asunto nacional, los países miembros no quieren que la UE haga una ley. Aún así en general ha habido muchos avances, incluso en países muy católicos, como Malta, que legalizó el divorcio hace pocos años, y ahora tienen una ley de pareja. Aunque aún hay países con situaciones difíciles. Hay campañas en contra de grupos católicos cristianos. En 2014 fui redactora de una estrategia de la Comisión contra la homofobia y en una semana recibí más de 40.000 correos, mi web fue pirateada... Usaban argumentos absurdos, como que iba a disminuir la universalidad de los derechos humanos dando privilegios a los gais y lesbianas.

-Ese año usted fue atacada con ácido.

-Fue en la marcha de Viena, que siempre ha sido muy festiva y abierta. Una persona, que ahora está en un hospital psiquiátrico, me echó ácido, pero estaba rebajado, y no quemaba, solo olía horrible, y felizmente no me dañó ni los brazos ni la cara. En Bratislava me tiraron piedras en un discurso; en Budapest tiraron botellas, tomates y huevos a la cabecera de la manifestación... El odio existe, pero los gobiernos están más dispuestos a protegernos y permitir que este tipo de marchas vayan por el centro de la ciudad, antes íbamos por las afueras. En Riga, Letonia... éramos 400 personas y 800 policías, protegiéndonos de personas con sus botas estilo nazis y católicos que llevaban enormes cruces de madera y nos gritaban por "pecadores". Hay grupos de la extrema derecha que fomentan el odio y la violencia sexista, machista, contra los refugiados... Pero veo cosas que han mejorado, y para mí es importante que le veamos, para el empoderamiento. Que las lesbianas y gais no se dejen empujar por el miedo y vuelvan al armario. La visibilidad nos ha ayudado mucho a enfrentar el miedo, hemos logrado visibilidad y no quiero que, en el mundo de hoy y en el que hay más miedo, retrocedamos.

-¿Hay en política mucha gente dentro del armario?

-Sí, conozco algunos. Yo siempre les digo: "Hágalo". Requiere coraje, pero la mayoría obtiene reacciones mucho más favorables de lo que esperaban y la vida luego es más fácil. Mi padre era muy conservador y cuando iba a presentarme al Parlamento nacional por Los Verdes diciendo que era lesbiana, él me dijo que era lo mejor, porque tenía que mantener mi espalda libre y no permitir que nadie me chantajeara.

-Dentro del colectivo LGTB, ¿con qué dificultades específicas se encuentran las lesbianas?

-Las mujeres no tenemos tanta visibilidad ni poder. Yo por ejemplo trato de no usar la palabra homosexualidad porque se asocia solo a hombres gais. En ese sentido, para nosotras puede ser más fácil porque en general no se piensa que pudiéramos ser lesbianas y eso puede servir para protegerse, aunque también tiene su parte negativa. Los hombres gais sí que experimentan más rechazo y odio por parte de otros hombres. Al mismo tiempo, en las sociedades patriarcales las mujeres sentimos más presión social para que nos casemos con una pareja heterosexual y tengamos hijos, y los hombres no tienen esa presión. Luego, la mujer lesbiana se encuentra con que sigue siendo un objeto sexual para el hombre, ya que se usa el sexo lésbico como pornografía para hombres. También nos encontramos con que la sexualidad de mujeres no se toma en serio, como si el sexo sin hombre no fuera sexo.

-Antes los países querían entrar en la UE y ahora hay alguno, como Reino Unido, que se quiere ir. ¿Qué opina?

-No se quiere ir. La mitad de los ingleses dijeron que quieren irse, aunque muchos en realidad lanzaban un mensaje a Cameron. Creen que todo será mejor, pero es una ilusión. No se ha comunicado bien que hay grandes problemas (como el cambio climático, las guerras...) que ningún país podrá resolver solo. La globalización no se va a parar. Hacen falta reglas, como para evitar la evasión de impuestos. La comisaria Vestager está haciendo cosas fuertes para que las grandes empresas, como Amazon o Apple, paguen impuestos donde tienen sus ganancias. Los gobiernos de los países miembros han de implementar lo que se decida en la UE, pero los grandes frenadores de las políticas comunes son algunos gobiernos. La UE no es algo ajeno, somos nosotros. Ese es el mensaje. Sin esta conciencia, no se va a poder cambiar.