El BNG ha preguntado a la Conselleira del Mar por la pretensión de reabrir la mina de cobre, a cielo abierto, en los municipios coruñeses de O Pino y Touro. Este proyecto ha sembrado la alarma entre los sectores pesquero y marisquero de la Ría de Arousa, por los vertidos contaminantes que llegarán a la ría a través del Ulla y por ello, sin duda, se realizado a esta Coselleira la pregunta. Pero la preocupación es todavía mayor, si cabe, entre los vecinos de Touro y O Pino porque saben ya que la reapertura de la mina supondrá una gravísima agresión al medio ambiente, a la industria agropecuaria y al comercio de una amplia comarca, que se despoblará y donde será muy difícil la vida para los que tengan que quedarse, ya que sufrirán la contaminación del suelo, de las aguas y del aire y tendrán que soportal la acumulación de residuos contaminantes y la construcción de gigantescas balsas para almacenar lodos tóxicos, como la de Aznalcollar, pero de mayores dimensiones y, por tanto, de mayor riesgo. Llegarán, pues, a las instituciones gallegas más preguntas, interpelaciones e iniciativas porque la inquietud, lógicamente, se extiende y se mueve ya la plataforma vecinal "Mina Non" que lucha por la vida, la salud y el bienestar de los vecinos y se opone radicalmente a la reapertura y ampliación de la mina. En la balanza entre beneficios y perjuicios, los vecinos no tienen dudas, sobre todo al considerar que la mina será mucho mayor que la originaria y será el capital foráneo (chino y canadiense) quien se llevará los beneficios y el cobre a costa del deterioro del medio y a cambio de algunos puestos de trabajo precario de la más baja cualificación. La Conselleira ha reconocido que el proceso de autorización está abierto, pero que es garantista y riguroso y que si sale adelante será "porque es viable y no daña el entorno ambiental". Pidió "tranquilidad porque se actuará conforme a la ley". Palabras que en nada han tranquilizado a los afectados, ya que para ellos el asunto no es si se cumple la ley, que ello se supone, sino que se trata de que la reapertura de la mina, aun cumpliendo todas las leyes, perjudica gravemente sus vidas y no hay ley que obligue a reabrir una mina dañina y perjudicial. La ley no sirve de coartada, dicen.