La defensa de Iria Ibón Crespo, condenada a veinte años de prisión por acabar con la vida de una mujer y agredir gravemente a otra en el Agra do Orzán, recurrirá el fallo de la Audiencia Provincial ante el Tribunal Supremo. El abogado Jesús Lamelas espera que el alto tribunal absuelva a su representada del segundo ataque, pues entiende que no hay pruebas de que fue ella quien agredió con un cuchillo a Visitación Fisteu en el portal del número 33 de la calle Francisco Añón.

Ibón reconoció en el juicio que se celebró en la sección segunda de la Audiencia haber tenido un altercado con una mujer en la calle Páramo y ver después mucha sangre en el suelo, pero aseguró no recordar nada del segundo ataque. La policía encontró el bolso de la primera víctima -que Ibón admitió haber tirado a un contenedor- en la calle Villa de Negreira, situada de camino entre los edificios donde se produjeron los ataques.

Fisteu dijo en la rueda de reconocimiento que se celebró en fase de instrucción que "creía" que Ibón era la joven que la atacó. En el juicio se mostró convencida de que era ella, a pesar de haber ganado muchos kilos desde el crimen. Para el abogado de la defensa, esta identificación "está viciada", pues la sospechosa era la única persona que estaba sentada en el banquillo de los acusados, por lo que -en su opinión- es lógico que la víctima la haya identificado. La segunda baza de Lamelas es una especie de confesión que Ibón le hizo a un amigo que se encontró tras el homicidio, cuando subía el poblado de Penamoa para comprar droga.

Según la declaración de este hombre, la acusada le contó que había tenido "una movida con una señora" y que pensaba que la había matado. Para el abogado, si Ibón hubiese atacado a las dos mujeres, no hubiese hablado sólo de una cuando se encontró con esta persona, quien declaró en comisaría y en fase de instrucción, pero no pudo ser localizado para el juicio.

La Audiencia Provincial condenó a Iria Ibón a veinte años de prisión, diez por el homicidio consumado, cinco por el intentado y dos años y medio por cada uno de los dos robos. La joven se llevó el bolso y la cartera, respectivamente, de las dos mujeres a las que atacó, según considera probado la sentencia.

En todos los delitos, la sala le aplicó la agravante de abuso de superioridad y la atenuante de drogadicción. Ibón es consumidora de sustancias estupefacientes desde los doce años y en el momento de los hechos, julio de 2007, tomaba cocaína, heroína y metadona, "lo que limitaba levemente sus capacidades volitivas", indica el fallo.

Los jueces también entendieron que existía abuso de superioridad, pues la condenada estaba armada y atacó a las víctimas, mucho mayores que ella, de forma sorpresiva y por la espalda.