Desde el lunes y hasta el sábado, Intermón Oxfam, cuyo director para Galicia, Asturias y León es José Luis Quintela, celebra en la ciudad su Semana de la Transparencia, en la que la ONG contacta con socios simpatizantes para explicar sus actividades de 2010.

-¿En qué consiste esta Semana de la Transparencia de la asociación que preside?

-Todos los años buscamos un momento especial para ponernos en contacto con nuestra masa social, y explicarles en detalle qué hacemos y por qué lo hacemos, y por qué no hacemos otras cosas con su dinero y nuestros esfuerzos. Es un momento de revisión de cuentas, de transparencia y de evolución hacia esa confianza que nos hacen de trabajar para conseguir un mundo mejor para todos.

-¿Y qué es lo que les piden sus afilados?

-La sociedad nos demanda transparencia, y nosotros queremos tenerla. También rendición de cuentas, porque de eso se trata.

-Uno de los asuntos en los que hace más hincapié Intermón Oxfam es el del comercio justo.

-Sí, es uno de los temas que queremos sacar a la calle estos días, el tratar de explicar los beneficios de este modelo. Porque el comercio justo supone un modelo diferente de hacer las cosas, que lleva más beneficio de la cadena de valor del producto a quienes están cultivando las materias primas o a los pequeños artesanos. Pero no sólo es una semana de transparencia en el comercio justo, sino en la globalidad de lo que hacemos.

-En 2010 centraron buena parte de sus actividades solidarias en Haití.

-Sí, desde el 12 de enero del año pasado, día en el que tuvo lugar el terremoto, las condiciones de vida de muchas personas, que ya eran complicadas, han empeorado mucho. Siempre decíamos que Haití era uno de los países más pobres del mundo, con el índice de desarrollo humano más pobre de América y de los más bajos del mundo, donde se veían condiciones realmente difíciles de vida, y el terremoto ha exacerbado eso.

-¿Qué actuaciones concretas están desarrollando en el país caribeño?

-Estamos tratando de paliar las malas condiciones en las que se encuentran esas personas, sobre todo desde el punto de vista del abastecimiento de agua potable y del saneamiento de aguas residuales. Desde entonces hemos atendido a 200.000 personas cada día. Nos centramos en Haití porque la sociedad española se fijó en esa desgracia, y nos pedirán cuentas de ello también.

-¿Se notó un descenso de ingresos y asociaciones desde que estalló la crisis?

-Es un momento difícil, en que las empresas han reducido mucho sus aportaciones a causas sociales, y en el que ciertas donaciones extraordinarias que hacían los particulares ya no las hacen. Pero lo cierto es que el grueso de la base social sigue con nosotros. También hay nuevas altas, porque muchas personas entienden que en momentos difíciles las personas más vulnerables son las más afectadas.

-¿Y en A Coruña en concreto?

-Sigue la línea general. En A Coruña, como en otros lugares, nuestra tienda sigue funcionando, nuestros socios siguen pagando sus cuotas, y sigue habiendo nuevas altas.

-¿Alguna de sus iniciativas internacionales ha nacido en la ciudad?

-No, porque por nuestra lógica de actuación, no somos una entidad que haga pequeños proyectos. Hacemos proyectos importantes, que son fruto de una estrategia definida internacionalmente. Tienen muy alto monto económico y muchas personas involucradas, y no se hacen de una manera local.

-¿Qué papel tienen entonces sus delegaciones locales?

-Nosotros, desde A Coruña, sí que estamos muy comprometidos en promocionar la cultura de la justicia social, porque la palabra solidaridad me parece un poco light. Aquí tratamos de cambiar el mundo desde nosotros mismos.