Las nombres de calles de la ciudad vinculados al periodo franquista no serán sustituidos en caso de que el Partido Popular consiga la Alcaldía, según anunció ayer Carlos Negreira, quien consideró que esta iniciativa municipal -derivada del cumplimiento de la ley de memoria histórica- preocupa únicamente a los socios del Gobierno local, que finalizará la actual legislatura sin relevar las denominaciones de 22 vías que tienen relación con la dictadura.

"Es un gran debate entre socialistas y nacionalistas si las placas de las calles se cambian cuando se oxiden o las cambiamos ya", comentó el candidato popular, para quien lo verdaderamente preocupante son las 20.000 personas de la ciudad que se encuentran en el paro o las 7.000 de este mismo grupo que no perciben ningún ingreso.

Con estas declaraciones, Negreira mantiene la línea defendida por el PP coruñés en torno a la memoria histórica, ya que siempre se ha negado a efectuar cambios en el callejero con el argumento de que esta medida no se consensuó con sus representantes en el Ayuntamiento.

También criticaron los populares que durante la tramitación efectuada para la eliminación de las calles y las distinciones de origen franquista no se diese audiencia a las personas afectadas, según recogía la normativa municipal, ya que los familiares de algunos de los personajes que figuran en el callejero se sintieron perjudicados por la decisión del Ayuntamiento y exigieron que se les escuchase.

Allegados del teniente coronel Teijeiro, del general Millán Astray y del periodista Arcadio Vilela recurrieron ante los tribunales el acuerdo adoptado por el pleno, aunque las resoluciones emitidas hasta el momento han sido contrarias a sus intereses.

El alcalde designó, de forma personal y sin consultar con la oposición municipal, una comisión de expertos para examinar el nomenclátor y las distinciones concedidas a personajes franquistas, cuyo dictamen fue que debían suprimirse los nombres de 22 calles y la retirada de honores a 16 altos cargos de la dictadura.

Estas medidas fueron aprobadas por el pleno, pero en la práctica las vías del municipio que rinden homenaje al régimen de Franco mantienen esas denominaciones, incluso para las que se acordó un nuevo nombre, como es el caso de General Sanjurjo, que pasará a llamarse avenida de Oza.