La reunión del grupo municipal socialista convocada por Javier Losada para comunicar su renuncia a su acta de concejal destapó la fractura existente en las filas del PSOE en el Ayuntamiento tras el descalabro electoral del domingo, con la pérdida de tres ediles y con la mayoría absoluta lograda por el Partido Popular. Losada arrancó ayer el encuentro apelando a una unión que, en la práctica, no existe, y varias concejalas tomaron la palabra para reprochar a Salvador Fernández Moreda, secretario provincial del PSOE, que no siga los pasos de Losada y de Carmen Marón al mostrarse dispuesto a tomar posesión como concejal. Obdulia Taboadela, que rechazó ir en la candidatura socialista para retomar su labor en la Universidad, y Yoya Neira, actual concejala de Movilidad y que repetirá en la Corporación por la salida de Losada, recriminaron a Moreda, secretario provincial de los socialistas y presidente de la Diputación, que se niegue a dimitir tras el descalabro electoral del PSOE en la provincia.

Las dos edilas reaccionaron de ese modo ante la intervención de Fernández Moreda, que ante la petición de unidad lanzada por Losada, tomó la palabra molesto con los cargos socialistas que ayer, en una información publicada por LA OPINIÓN, reclamaban abiertamente su renuncia ante el descalabro en la provincia. Moreda censuró que la petición de dimisión se planteara en la prensa y no en los órganos internos del partido, y se ratificó en su negativa a renunciar a su acta de concejal y en su intención de continuar como diputado provincial.

A la reunión convocada ayer por Javier Losada en el Palacio Municipal asistieron la mayor parte de los concejales socialistas de la actual Corporación -solo faltaron Florencio Cardador, que debía participar en otro acto, y Carlos González-Garcés, crítico con Losada-; el secretario de Organización de la Agrupación Socialista Coruñesa, Jacinto Parga; y la número 4 de la candidatura, Mar Barcón, que entrará a formar parte de la nueva estructura municipal el próximo 11 de junio.

En el encuentro, el alcalde en funciones achacó a la crisis económica y a la lectura de la campaña electoral en clave estatal la derrota, tal como haría después ante los medios de comunicación, y con unas palabras emotivas, según los asistentes, se despidió de sus compañeros. Losada también les pidió unidad para superar el difícil momento de los socialistas en el Concello, con la pérdida de tres concejales y del propio Gobierno local. Lo que se suponía era un encuentro para que el regidor se despidiera se convirtió en un enfrentamiento abierto en el seno del grupo municipal.

Salvador Fernández Moreda abrió fuego y, visiblemente enfadado, se quejó de que algunos compañeros de partido pidieran su renuncia en LA OPINIÓN, al entender que como secretario provincial del partido, tenía responsabilidad en la derrota. Unas concejalas de manera directa y otras de forma más velada reclamaron su marcha tanto como edil de la Corporación municipal como de los cargos orgánicos que ostenta en el partido. La conversación se fue agriando y el tono se elevó hasta tal punto que desde fuera del salón municipal donde se desarrollaba la reunión se escuchaban las voces de algunos miembros del grupo municipal.

Con este escenario revuelto, todos los socialistas evitaron horas más tarde desvelar quién ejercerá la portavocía del grupo. Los propios concejales tendrán que decidir quién ocupará esa posición de líder en las intervenciones plenarias y dentro de la propia bancada del PSOE en el Ayuntamiento, pero muchos remiten a la reunión de la Ejecutiva local del lunes. Será en ese momento cuando se decida quién sustituirá a Javier Losada al frente del grupo municipal socialista.

Después de esta tensa reunión, el número 1 de la lista socialista compareció solo ante los medios de comunicación para anunciar su marcha y ninguno de los concejales se dejó ver por los pasillos del Palacio Municipal. Ante la insistencia de los periodistas por conocer si habría más renuncias, incluso alcanzó un tono de voz molesto. "Yo estoy hablando por mí", contestó.

Minutos después de la intervención del alcalde en funciones, el Ayuntamiento hizo pública la renuncia de Carmen Marón y pocas horas más tarde Fernández Moreda convocaba a los medios de comunicación para la tarde. En esa rueda de prensa como secretario provincial del PSOE, Moreda confirmó que seguirá en el Ayuntamiento, con su acta de concejal, y razonó su decisión en la "responsabilidad orgánica" que tiene. Justo el mismo argumento que le reprochan dentro de su propio partido. En tono firme, el socialista incluso no descartó ser el próximo portavoz municipal. Confesó que no se lo ha planteado, pero dice que lo hablará si alguien lo propone para el cargo.

Extensión al partido

Pero el enfrentamiento, como era de esperar tras los resultados electorales, supera el ámbito municipal y se extiende hacia el partido en la ciudad. Afiliados y militantes piden depuración de responsabilidades y regeneración de la formación. Y más dimisiones, porque, aclaran, sus intenciones "exceden con bastante" a las renuncias de Losada y Marón. El socialista Pablo Arangüena, que mantiene una posición crítica con la línea oficial de la agrupación en A Coruña y que llegó a presentar una lista alternativa a la de Losada para asistir a un congreso del PSdeG, apunta a los ediles que llevan más de dos décadas dentro del Ayuntamiento, pero también cree que la misma responsabilidad en la debacle tienen los que cometieron "errores" en la gestión del Gobierno local.

Aunque dice no erigirse portavoz de ningún sector del PSOE, Arangüena mantiene que son muchos los militantes que tienen la misma actitud ante el balance electoral y que también piden la renovación de la Ejecutiva y mayor "democracia" y "diálogo" dentro del partido. Perder seis concejales y el 45% de los votos en seis años obliga a Losada, apunta el afiliado', a desvincularse de los máximos órganos del partido y a dejar entrar "nuevas ideas".