Hombres al agua, pero con todo bajo control y sin riesgo de ahogamiento o hipotermia. La Autoridad Portuaria puso ayer a prueba su plan de emergencias con un simulacro de rescate marítimo en el que diez miembros de la corporación de prácticos demostraron estar capacitados para actuar de forma rápida y efectiva en caso de que algún marinero o trabajador de los muelles tenga la mala suerte de acabar en el agua y necesite ayuda para sobrevivir.

La dársena del muelle de Trasatlánticos fue el escenario elegido para el incidente ficticio de una embarcación y la consiguiente caída de sus tripulantes al agua. Las técnicas aplicadas durante este entrenamiento son las que pondrán en marcha los prácticos en caso de que ocurran sucesos como un accidente durante las operaciones de asistencia a un buque o un derrame de productos contaminantes en una embarcación siniestrada.

"Estas prácticas se llevan a cabo de forma regular con el objetivo de chequear los procedimientos que se aplican en casos de emergencia", explica la Autoridad Portuaria acerca del simulacro de accidente que, además de haber servido para que los prácticos pongan en práctica sus conocimientos, resultó muy vistoso por la intervención de los diferentes tipos de embarcaciones y por la precisión y organización con la que los encargados de la seguridad del puerto rescataron a las víctimas del accidente marítimo.

La Autoridad Portuaria aprovechó la puesta en práctica de este simulacro para explicar el procedimiento a seguir en caso de que ocurra un suceso como el que se recreó ayer en aguas del muelle de Trasatlánticos. Lo primero que deben hacer los prácticos es ponerse en contacto con la Capitanía Marítima y con el Centro de Control de Emergencias de la Autoridad Portuaria, para después comenzar a poner en práctica el protocolo establecido en el Plan de Emergencias.

Este plan, en el que se basó la actuación desarrollada ayer, incluye el despliegue de los buques de respuesta anticontaminación, siempre que exista peligro de vertidos. Uno de estos buques anticontaminación, la embarcación Pelícano, participó ayer en el simulacro para recoger los residuos contaminantes que supuestamente habrían llegado al agua debido a una fuga en la embarcación que sufrió el accidente marítimo.

Los participantes en el simulacro y los responsables de la Autoridad Portuaria destacaron que este tipo de actuaciones no sirven únicamente para probar la eficiencia de los protocolos sino también para "chequear" los pequeños detalles y dificultades que pueden aparecer durante las intervenciones y que únicamente pueden analizarse y afrontarse con estos ejercicios simulados.

"Este tipo de simulacros se realizan cada vez con mayor frecuencia en el puerto coruñés con el objetivo de elevar los niveles de seguridad a la máxima excelencia. Es muy importante chequear pequeños detalles de los que, en ocasiones, depende el éxito o el fracaso de una operación de protección o salvamento", explican los especialistas en seguridad de la Autoridad Portuaria.

Los prácticos que participaron activamente en el rescate teatralizado en el muelle de Trasatlánticos, aunque los actores principales, no fueron los únicos protagonistas del simulacro. Los encargados del centro de comunicaciones tuvieron también la oportunidad de poner en funcionamiento sus sistemas de emergencias para comprobar que todo estaba en orden y que los mecanismos que es necesario activar en caso de accidente se encuentran en perfecto estado de funcionamiento. "Resulta crucial que se emitan y se reciban correctamente los mensajes entre los efectivos implicados con el fin de alcanzar la máxima coordinación en la operación", precisa el Puerto.