Un mero fue ayer protagonista en el mercado de San Agustín por su enorme tamaño. Los 55 kilos que pesaba la criatura, que el responsable de Pescados David había comprado en la subasta de la lonja, no dejó indiferente a ninguno de los vecinos que, como todas las mañanas, paseaban por los puestos del mercado para hacer sus compras.

"Todo el mundo que pasaba por delante del puesto se paraba un rato a mirarlo. La gente comentaba que era un pedazo de bicho", declaró Carlos Iglesias, responsable de la pescadería que se hizo con el enorme pez en la subasta y en la que trabaja junto a su madre desde hace años.

Si el animal destaca por su tamaño y por su peso, lo hace también por su precio. A 13 euros por kilo, el precio pagado por el mero en la subasta alcanzó los 715 euros. La cantidad que gastó en él quien se lo compró a la pescadería será notablemente mayor.

A pesar de que es poco frecuente contemplar ejemplares de esta especie de semejante tamaño, el mero de San Agustín no es el primero en alcanzar tan impresionantes registros. "Aun los he visto más grandes, pero es muy raro encontrarlos. Yo había tenido ya algunos con un peso similar, pero meros tan grandes solo se ven de vez en cuando", manifestó Carlos Iglesias, sorprendido tanto por las dimensiones de la pieza como por la expectación que esta generó entre los clientes del mercado.

El mero estaba expuesto junto a otros pescados a los que eclipsó por su dimensión y por su amenazante aspecto con las fauces abiertas. El gran tamaño de su boca fue, tal y como recuerda el responsable del negocio, otro de los aspectos que más impactaron a los clientes y a los que, tras conocer la presencia de este mero en el mercado, entraron exclusivamente para contemplarlo o para fotografiarlo.

El mero ya tiene comprador, aunque su identidad se desconoce por expreso deseo del pescadero, que se negó a revelar la identidad de su cliente. "Era un encargo y es para un cliente", comentó Iglesias, que sí insinuó que el comprador es responsable de un negocio de hostelería al mencionar que su decisión de no desvelar el nombre se debe a cuestiones de "competencia".