"Soy Moncho Borrajo, es mi móvil, devuélvemelo". Ese es el mensaje que el artista envió una y otra vez al joven que le robó el teléfono el año pasado en A Coruña. Así lo declaró ayer por la mañana el humorista en la vista oral celebrada en el Juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña, a donde acudió para reclamar que el ladrón lo indemnice con 2.500 euros por los daños y perjuicios que le ocasionó estar más de tres meses sin su teléfono, así como con los 60 euros que le costó la funda roja de cuero del terminal -que no fue recuperada- y con el dinero que se gastó al comprar otro teléfono. Su abogada también demandó a la juez que sentencie al sospechoso a pagar una multa de 360 euros.

Borrajo contó a la magistrada que el 25 de septiembre del año pasado cogió un taxi por la tarde para desplazarse hasta el teatro Colón, donde actuaba esa noche. En cuanto se bajó del vehículo en la avenida de Alférez Provisional se percató de que se había olvidado su móvil y llamó a la centralita para localizar al conductor. "El taxista, que se portó muy bien, me dijo que no había encontrado nada, pero que después de mí se había subido un joven de unos 30 años y metro ochenta de estatura", relató el artista, al tiempo que destacó que el técnico del teatro localizó el teléfono porque tenía GPS incorporado. "Estaba en una vivienda situada entre Ferrol y A Coruña. Cuando tuvimos la situación, fuimos a la policía para indicársela. Yo seguí mi gira desde A Coruña a Valladolid y dos o tres meses después me llamaron para decirme que tenían el teléfono y me lo mandaron a una comisaría de Vigo, donde tengo mi residencia", señaló el perjudicado durante el juicio.

"Enseguida me di cuenta de que lo habían manipulado y de que le faltaba la funda de piel roja. Cuando lo perdí llamé cinco o seis veces y mandé mensajes que ponían: 'Soy Moncho Borrajo, es mi móvil, devuélvemelo'. Llamé insistentemente y le dije que me lo devolviese, que soy conocido y sabe donde encontrarme", indicó el humorista, quien insistió en los trastornos que le ocasionó el hurto de su terminal. "Hubo entrevistas que no pude hacer porque no tenía el móvil. Tuve que comprar otro teléfono y pasar todos los datos, perdí mucho tiempo", subrayó Borrajo.

La representante del Ministerio público solicitó al finalizar el juicio que el sospechoso sea condenado como autor de un delito de apropiación indebida a pagar una multa de 360 euros y las costas del juicio, así como el precio de la funda del móvil, que nunca se recuperó. La acusación particular, por su parte, reclamó, además de la misma pena que la Fiscalía, el abono de 2.500 euros por los daños morales y perjuicios que ocasionó a su cliente.