Ya no hay escombros, solo tierra. La imagen del lugar donde se ubicaba el poblado chabolista de Penamoa es un solar vacío, casi un desierto. Retiradas las uralitas, las maderas y la basura acumulada, el antiguo asentamiento luce hoy una imagen inédita a la espera de que se convierta en la zona verde. Este aspecto será también solo temporal puesto que el plan general que se aprobará en fechas próximas prevé que se levanten edificios residenciales en el lugar.

El derribo por orden judicial de las últimas chabolas del poblado de Penamoa después supuso el punto final a 28 años de ocupación de la zona por infraviviendas y el arranque para regenerar los terrenos. El Ayuntamiento adjudicó a principios de mes las obras de desescombro, limpieza y regeneración de Penamoa a Excavaciones Cancela Esmorías por un total de 161.741,90 euros y un plazo de ejecución de unos dos meses.

El plan del Gobierno municipal ya ha iniciado los trabajos de esta última fase en la que los operarios se encargan de la recogida de los residuos, el saneamiento de la zona además de aportar tierra vegetal para después plantar árboles y distintas clases de arbustos para recuperar el espacio degradado.

Las dos primeras fases ya se ejecutaron durante el verano con la selección, carga, transporte y tratamiento de las planchas y de los restos de amianto de todo el poblado. Estos materiales ya se retiraron de Penamoa antes de materializarse el proyecto por su condición de residuos peligrosos y por la abundancia que existía en la zona.

Después de tres semanas de limpieza en las ocho parcelas que ocupan unos 38.982 metros cuadrados también han desaparecido los restos de construcción como ladrillos o bloques de cemento o madera; enseres como somieres, colchones o sofás y residuos orgánicos e inorgánicos esparcidos por el espacio que ocupaban las chabolas del antiguo poblado. Una vez despejadas de basura las parcelas se procederá a su regeneración medioambiental. La entidad adjudicataria realizará primero el saneamiento del área que antes albergaba las infraviviendas de los chabolistas mediante el aporte de tierra vegetal para sembrar luego "especies tapizantes".

El Ayuntamiento pretende con esta actuación devolver a Penamoa la calidad ambiental que tenía antes del asentamiento y asegura que el nuevo césped permitirá sujetar el terreno, evitando el riesgo de pérdida de escorrentías y arrastres antes de plantar árboles y arbustos.

Las obras se retrasaron hasta septiembre a pesar de que el desalojo de los últimos habitantes del poblado se produjo el pasado abril. El edil de Medio Ambiente, Enrique Salvador, achacó esta demora a los plazos que hay que respetar en los trámites administrativos.