La petrolera Repsol asume su traslado al puerto exterior de punta Langosteira sin concretar cuándo la hará efectiva. En la solicitud que ha presentado a la Xunta para la renovación del permiso ambiental de la refinería, el muelle petrolero y el poliducto, la compañía admite que, "a fecha actual, la modificación prevista más importante en el complejo industrial es el traslado de las instalaciones en la actual terminal marítima de San Diego a la nueva terminal marítima en punta Langosteira".

La empresa se limita a aventurar que "en su momento" completará "los correspondientes trámites para la evaluación de impacto ambiental y/o la modificación de la autorización ambiental integrada" de las nuevas instalaciones. Ni una sola mención más a su implantación en Langosteira en los más de 400 folios de la memoria de su solicitud ambiental, en la actualidad en exposición pública para la presentación de alegaciones. Ni más concreción en los plazos del traslado que negocia con el Puerto.

Repsol evitó ayer responder al comunicado conjunto en el que el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria anunciaban el miércoles la presentación de alegaciones a la solicitud de renovación del permiso ambiental de las actuales instalaciones de la petrolera en A Coruña y Arteixo. Sin comentarios fue, de nuevo, la reacción de la compañía al órdago lanzado desde las dos instituciones, que reclaman a la Consellería de Medio Ambiente que condicione la renovación del permiso ambiental a que Repsol solicite al Puerto una concesión para abrir una terminal en punta Langosteira, defina el poliducto entre el puerto exterior y la refinería, y establezca "plazos concretos" para su marcha a la nueva dársena. "De hecho, será imprescindible que la empresa establezca plazos concretos para su marcha a Langosteira", exponen Puerto y Ayuntamiento ante Medio Ambiente, con la que comparten color político. Las tres instituciones están en manos del PP. La Consellería se ha comprometido a analizar "con el máximo interés" unas alegaciones "que tienen fundamento y peso".

Hasta ayer, solo el Puerto, a través de su director, se había interesado en la Concejalía de Urbanismo por la solicitud de Repsol para la renovación de su autorización ambiental, que expira en julio de 2013. En el expediente, consta que la Xunta solicita al Ayuntamiento, entre otros, un informe en materia de ruido sobre la refinería.

Medio Ambiente otorgó el permiso actual en abril de 2006 sin referencia alguna al traslado de Repsol desde San Diego al puerto exterior. El grupo municipal del BNG esgrimió ayer esa resolución de la Consellería, publicada en el Diario Oficial de Galicia en julio de 2006 para deslegitimar las alegaciones de Ayuntamiento y Puerto. "La autorización ambiental no se condicionaba, en ningún momento, al traslado de Repsol al puerto exterior. Y eso que en esas fechas ya estaban adjudicadas las obras de punta Langosteira. Fueron adjudicadas el 20 de diciembre de 2004", exponía el BNG en un comunicado.

A juicio de los nacionalistas, "se pone de manifiesto que no hay motivo medioambiental alguno en la decisión del Gobierno local y de la Autoridad Portuaria de supeditar la renovación de la autorización ambiental al traslado de Repsol a punta Langosteira". El único fin de ambas instituciones, según el BNG, es "dejar libres los terrenos" que ocupa Repsol en el puerto y "venderlos al mejor postor". "Los motivos del PP no son de sostenibilidad, sino de puro mercantilismo", alegó.

El portavoz del Gobierno local, Julio Flores, en declaraciones a COPE Coruña, defendió que las alegaciones "trasladan a Repsol la opinión de los coruñeses". "Sé que Repsol quiere trasladarse a Langosteira y sé perfectamente que va a llegar a acuerdo con la Autoridad Portuaria", dijo Flores, que acusó al BNG de "ver conspiraciones paranoicas en cada movimiento del Gobierno local".