El informe sobre el impacto acústico de la actividad de la refinería incluido en el expediente iniciado para renovar su autorización ambiental asegura que el ruido generado por las instalaciones se sitúa por debajo de los niveles permitidos por la legislación. Repsol explica en ese documento que realizó mediciones sonoras en el entorno de su complejo industrial en diferentes días y a diferentes horas cuyo resultado fue que en horario diurno el ruido siempre fue menor del admitido, mientras que por la noche el 96% de los registros también estaban en esa misma situación, mientras que los restantes tan solo superaban el máximo permitido en dos o tres decibelios.

Otra de las conclusiones del estudio efectuado por Repsol es que el ruido medido alcanzó en algunas ocasiones los mismos niveles tanto de día como de noche. El informe tuvo también en cuenta las posibles molestias a los vecinos de las localidades más cercanas a la refinería, sobre lo que el informe afirma que se ha "comprobado" que los niveles de ruido percibidos en los núcleos de población de Bens, Mazaído y Comeanda "cumplen con los valores objetivo de calidad acústica" y detalla que la mayoría del suelo de esta zona del municipio tiene un uso residencial.

El impacto acústico es uno de los aspectos que tendrá en cuenta la Consellería de Medio Ambiente para renovar la autorización ambiental a la refinería. La Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento presentaron alegaciones en las que exigen que se condicione el permiso a Repsol al traslado de su terminal del puerto a Langosteira, mientras que la consellería se muestra convencida de que la compañía tomará esa decisión antes de que concluya la tramitación de este expediente.