La primera de las tres cooperativas de vivienda de protección del parque ofimático ya tiene financiación. Conseguir un préstamo bancario había sido un escollo para poder convertir en realidad sus nuevas viviendas. A Carnocha, una sociedad formada por 25 familias, tiene la licencia en sus manos desde el pasado 28 de mayo. Y ahora ya cuenta con el dinero. El crédito está firmado y auguran que haber traspasado este muro puede facilitar, en breve, que el resto de cooperativas consigan crédito.

Según explican las cooperativas, la firma del préstamo con Caixa Rural Galega se ha producido gracias a la firma de la Consellería de Medio Ambiente con cuatro entidades financieras -Banco Santander, BBVA, Etcheverría y Caixa Rural Galega- con el objeto de garantizar el crédito para formalizar 850 operaciones al año de promoción, compra y reforma de viviendas sujetas al régimen de protección.

A Carnocha fue la primera cooperativa de protección -la privada de 76 pisos también está en disposición de poder construir- que obtuvo la licencia por parte del Ayuntamiento, en la junta de gobierno del pasado 28 de mayo. Su previsión es construir 25 pisos en cinco plantas. La segunda con licencia y la segunda que, según las estimaciones de los afectados, podrá construir es Eirís Ofimático, de 80 pisos.

Resta sin licencia Cofuncovi, la más numerosa con casi 150 pisos y dos bloques para construir. El Concello explicó que se le otorgaría la licencia "sin perjuicio a terceros", esto es, antes de que sea propietaria efectiva de la parcela puesto que resta por pagar de la misma a la Xunta, según manifestó el mes pasado el edil de Urbanismo, Martín Fernández Prado. La sociedad tiene que pagar aún el 50% del solar a Xestur, aproximadamente 1,2 millones. "Entregará la licencia aunque todavía no sean propietarios sin prejuicio de terceros y por eso tiene que aparecer Xestur, porque se entregará la licencia a los que la piden de los cooperativistas aunque todavía no sean propietarios", analizó el concejal, que explica que hay que firmar un convenio previo a tres bandas, entre las sociedades, la Xunta y el Concello. Tanto el concejal como los portavoces de Cofuncovi argumentan que hay que hacerlo así para facilitar que los bancos, cerrados a la financiación inmobiliaria, presten el dinero necesario. "De alguna forma quieren mayores garantías, como necesitan financiación, necesitan tener la licencia", dijo el edil.

Hay un conflicto importante por resolver. Tanto A Carnocha como Eirís, las más cercanas a construir, tienen sus solares en la zona donde residen familias del antiguo núcleo y con las que no hay acuerdo. "En caso de demora en el comienzo de las obras, atribuida a estas personas, valorarán los perjuicios causados, solicitándoles las indemnizaciones pertinentes", advierten.