El borrador de la ordenanza municipal que regulará el ruido en la calle se le ha presentado a las dos federaciones de vecinos, pero no a los comerciantes ni a los hosteleros, dos grupos que se tendrán que adaptar a ella. Este diario invitó al Gobierno local a asistir a una charla con la presidenta de la federación de vecinos mayoritaria, Luisa Varela, con el hostelero Francisco Asorey y con la secretaria general de la Federación de Comercio, Ana Montes, pero no recibió respuesta.

L. Varela: Yo parto de la base de que todo tiene que estar regulado para que podamos convivir todos, hostelería, vecinos y comercios. Me preocupa que no se nos deje intervenir más en la confección de la ordenanza. Mi preocupación es si se va a cumplir o no la norma, que es el problema final de todo esto. Espero que se nos presente un borrador porque, de lo contrario, es muy difícil poder hacer alguna alegación. La federación no está interviniendo en la confección de la ordenanza así que no podemos hacer propuestas sobre la música ambiental en el comercio.

F. Asorey: La regulación tiene que hacerse en consenso para proteger el descanso de los vecinos, los puestos de trabajo, no solo en la hostelería sino también en el pequeño comercio. En lo que compete a la música, no tiene sentido entrar en un bar y escuchar la conversación de la mesa de al lado. Si te vas a tomar algo a un local de hostelería, la música, siempre sin molestar a los vecinos, te da ese toque de relajación y de intimidad que necesitas.

A. Montes: No hemos ido a ninguna reunión con el Ayuntamiento, entonces lo que nos ha llegado es que quieren regularizar la música ambiental en los comercios y, para ello, tendrían que insonorizarse. Es un poco difícil sin saber, realmente, qué piden. Estoy de acuerdo con que tiene que estar regulado, pero es un caso muy distinto al de la hostelería, sobre todo, en cuanto a horarios y a niveles de sonido de música. Los pocos pequeños comercios que tienen música ambiental, si tienen que meterse en obras de insonorización, prescindirán de ella.

F. Asorey: Yo discrepo. Hay música en todas partes, en una frutería, en una farmacia o en una panadería hay un hilo musical.

A. Montes: Más que hilo musical puede haber una radio encendida.

L. Varela: Lo que suele molestar no es la música de una pastelería sino el volumen de algunas grandes cadenas de ropa. Hay casos en los que estas grandes empresas no molestan aunque el volumen esté alto porque todo el edificio es suyo y no hay vecinos ni arriba ni abajo, pero lo que se pretende regularizar es que la música ambiente no repercuta en el descanso de los vecinos cuando el negocio está en un bajo.

F. Asorey: Para eso hay unos medidores de decibelios. Como en casa, que puedes poner música si no alteras el descanso de la comunidad. No se concibe una vida sin música. Todo tiene música, sería un absurdo intentar quitar la música de nuestras vidas. Otra cosa es el horario. Cada grupo tiene que tener un horario. Dicen que se podrá poner música a través de la televisión. ¿Tenemos que pinchar todos a Bisbal? Y, si no me gusta Bisbal, ¿qué hago?, ni pongo la televisión ni pongo música. Las ordenanzas hay que hacerlas con sentido.

L. Varela: Hay otra problemática que, así, queda también solucionada. No solo se produce ruido desde los comercios y las cafeterías. Hay también ruidos de la calle, del tráfico y de los vecinos. Antes no había un arma adecuada contra esto, porque los tiempos van cambiando y hay que cambiar también las ordenanzas.

F. Asorey: Hace 16 años que no se cambia la norma municipal.

A. Montes: Creo que se le fue haciendo alguna modificación en este tiempo.

L. Varela: Hay tres grupos (el 2, 3 y 4) que nos dijeron que no cambian, que quedan igual que estaban y otro, el cinco, desaparece.

F. Asorey: Hay otro tema, además, que las ordenanzas municipales y medioambientales en lo que compete al ruido están derogadas por la Xunta.

L. Varela: Claro, ahora están a la espera de la autonómica. Ahora va por separado la obtención de licencias de la ordenanza del ruido, que antes era la misma.

F. Asorey: Es que el de A Coruña es el único ayuntamiento de toda España que no deja poner música en los locales de hostelería. Es lo mismo traficar con drogas que con corcheas. Me metieron 600 euros de multa por tener música y eso que yo tengo un papel con el consentimiento de todos mis vecinos. Hay que cotejar también quién hace las denuncias y si son fundadas. El alcalde prometió en campaña que iba a regularizar lo de la música y, ahora, se refugia en que tiene cuatro años de mandato para hacerlo.

A. Montes: Hay que tener cuidado con cómo se regula y a quién va a afectar esta ordenanza. Si incluyen al comercio pues tendrán que contar con nosotros para redactar la ordenanza.

F. Asorey: Sería un absurdo que un pequeño comercio se tenga que meter en obras de insonorización para poder poner una radio.

A. Montes: El horario también favorece al comercio porque cierra como muy tarde a las nueve de la noche o a las diez si está en un centro comercial, pero esos no cuentan, porque no tienen vecinos.

F. Asorey: Creo que es hasta contraproducente entrar en una tienda a comprar una botella de agua y que esté la música a todo trapo.

L. Varela: A mí me relaja escuchar música cuando hago la compra o cuando voy a una cafetería o un restaurante. No le molesta a nadie.

A. Montes: Es que ahora si entras en un sitio que no tiene música parece que le falta algo.

L. Varela: Después se van a recoger excepciones como las verbenas, las empresas técnicas que hacen ruido. En la anterior ordenanza no estaba recogido ni el Carnaval ni nada. Esto es lo que pude coger en unas notas de la reunión, esto y que los locales tendrán tres años de adaptación.

F. Asorey: Lo importante ahora es saber si se puede o no poner música, qué límite de decibelios hay y quién toma la decisión al respecto. 75 decibelios ya los alcanzan cuatro personas en una tertulia sin música ambiente y no enciendas la máquina de café, que te pasas.

A. Montes: Y eso, ¿cómo funcionaría? ¿Hacen lecturas esporádicas?

F. Asorey: Hay unos medidores de decibelios que están precintados y, después, hay una empresa externa, que cobra 90 euros, que te los recoge y se pasa a medir. A parte de pagar la televisión y la SGAE tienes que pagar esto. Bajo la ordenanza de ruidos está prohibido poner en un bar una emisora de radio que te dispensa la televisión.

L. Varela: Las notas que yo tengo hablan de que, en las cafeterías y restaurantes (grupo 1), se va a permitir la televisión y el hilo musical, sin amplificadores y con un máximo de 75 decibelios.

F. Asorey: ¿Cómo sin amplificadores?, si la televisión ya tiene un amplificador. ¿Quién redacta esas ordenanzas? Porque de música no saben nada, de sonido tampoco y de electrónica musical, cero. Un reproductor musical puede ser un ordenador o un giradiscos, pero la televisión ya tiene un amplificador, de lo contrario, no la escucharíamos.

L. Varela: Yo entiendo que se refiere a unos bafles.

F. Asorey: A mí me gustaría que los que redactasen tuviesen unos conocimientos mínimos sobre lo que están hablando.

A. Montes: A las reuniones estas que hubo, ¿quién fue?

L. Varela: Yo fui a una como presidenta de la federación de vecinos, vino también una compañera mía, estuvo el presidente de los hosteleros, Héctor Cañete, y la otra federación de vecinos, la Salvador de Madariaga. Yo lo único que pido es que nos den un borrador porque nos pasó lo mismo con la de terrazas. Nuestra federación hizo alegaciones y ni se nos contestó ni se nos llamó.

A. Montes: Claro, tienes que tener el documento para saber por dónde tienes que tirar. Es que nosotros no tenemos ni borrador ni reuniones ni nada.

L. Varela: A mí eso me parece fatal, porque a mí me invitan pero conmigo no pueden consensuar nada porque tengo muchas asociaciones detrás y todo esto se lo tengo que transmitir. Ellos dicen que aún no está terminado, pero lo tienen todo cogido por hilos

A. Montes: Ya, pero es que cuando esté terminada ya no hay nada que hacer. Primero tendrían que mostrarnos en qué están trabajando para poder participar y, a partir de ahí, continuar. Si no, ellos se lo guisan y ellos se lo comen, aunque nos inviten a reuniones.

L. Varela: Yo lo digo siempre, con nuestra opinión no cuentan.

F. Asorey: Todo sería más sencillo teniendo unos decibelios marcados para cada grupo. ¿Quién redacta la ordenanza y en qué se basa para fijar el número de decibelios?

A. Montes: Se supone que son técnicos en la materia. No sé cómo está el tema del cumplimiento de la ordenanza.

L. Varela; De las sanciones no nos hablaron. Nuestra preocupación es saber quién va a vigilar que se cumpla la ordenanza.

F. Asorey: Lo lógico es que lo arreglásemos entre nosotros pero, si no se soluciona hablando, es lícita la denuncia y llamar a la Policía Local para que se le imponga un sanción. A mí me gustaría que se cotejasen las llamadas, porque yo tengo el consenso de mis vecinos para poner música y tengo una multa de 600 euros y la denuncia no procedía de ninguno de ellos. ¿A quién molesto si mis vecinos no se quejan? Ahora mismo podríamos denunciar a todos los bares de la ciudad porque, bajo las ordenanzas municipales, no se les permite ni tener televisión porque no se puede tener ni reproductores musicales ni de vídeos musicales. Si nos ponemos a denunciar esas cosas colapsamos a la Policía Local, que tiene otras funciones.

L. Varela: Por lo que se habló, se va a contratar a una empresa externa para esto.

A. Montes: ¿Para controlar el ruido o para recaudar?

L. Varela: Es que la Policía Local no va a estar vigilando las terrazas, los ruidos y esas cosas.

F. Asorey: Pero la policía estará cuando un vecino se queje y lo haga con razón.

L. Varela: Nos tenemos que poner en la piel de las personas que están sufriendo un problema gordo con sus vecinos, porque hay casos en los que llamas a la Policía Local y a la Nacional y vienen y no pueden hacer nada contra ellos porque no hay nada escrito sobre ruidos.

F. Asorey: A mí me parece que no podemos meter todo en el mismo saco, vecinos, comercio y hostelería.

L. Varela: Para eso está distribuida por grupos. Van a meter a un sector que no estaba regularizado.