Las actividades específicas de defensa y otros proyectos y trabajos de carácter industrial convivirán en la fábrica de armas cuando se conozca la nueva empresa que gestione las instalaciones, cuya concesión saldrá de un concurso que se convocará con casi toda probabilidad el próximo año. Esta es la apuesta que defiende el Ejecutivo central a través del Ministerio de Defensa, propietario de los terrenos que ocupa la factoría coruñesa, y difundida ayer por el delegado del Gobierno en Galicia.

Samuel Juárez señaló que el concurso "va a permitir" que se compatibilicen en la misma instalación actividades exclusivas de defensa con otras de "cualquier otro tipo de industria con finalidades distintas y para sectores diferentes". La subasta, insistió Juárez, no será como otras en las que la fábrica de armas solo debía ajustarse al desarrollo de trabajos específicos para la industria armamentística, sino que diversificará sus objetivos "en sensibilidad con la actividad industrial" de la ciudad. "Por la falta de pedidos, no es el mejor momento para encontrar un proyecto viable exclusivamente de defensa", justificó el delegado del Gobierno.

El calendario al que debe ceñirse el complejo de Santa Bárbara pasa por la resolución de la devolución de las instalaciones al Ministerio de Defensa. Hasta que no se complete ese proceso no habrá concurso, confirmó Juárez. Reacio a establecer una fecha del final de la retrocesión "por estar fuera" de su control, el delegado gubernamental marcó la previsión "hacia el final del año". A partir de ese momento se convocará el concurso, al que por el momento concurrirían dos proyectos interesados en gestionar las instalaciones de Santa Bárbara: el del grupo coruñés IFFE y el plan industrial que propone un grupo gallego-navarro.

Samuel Juárez añadió que mientras tanto Defensa está adelantando un trabajo burocrático "necesario y complejo" mediante la preparación de pliegos para concluir la retrocesión y agilizar la convocatoria del concurso para la concesión de la fábrica de armas.

Desde que la empresa estadounidense General Dynamics renunció a gestionar Santa Bárbara, el Gobierno -además de la Xunta y el Ayuntamiento- ha insistido en que el futuro de la instalación debe estar apoyado en un proyecto viable. Es la misma apuesta defendida por los 61 trabajadores que desde finales de junio pasado hasta hace poco más de una semana estuvieron encerrados en la factoría para presionar a las Administraciones a tomar decisiones firmes.

La reunión que Defensa, el Gobierno gallego y el Concello mantuvieron la semana pasada en Madrid con la presencia de representantes del comité de empresa de Santa Bárbara sirvió para despejar algunas dudas del panorama. La plantilla tiene la promesa de conservar los puestos de trabajo por los que luchó durante su encierro, aunque el futuro de la instalación dependerá de quien obtenga su gestión en el concurso. Y eso ocurrirá ya en 2014.