Tras el accidente que segó la vida de un matrimonio en noviembre, la Junta Local de Seguridad, decidió ayer que reordenará la zona de la curva de Servisa y que contará con dos carriles de servicio -uno en dirección entrada y otro en dirección salida de la ciudad-. El subdelegado del Gobierno en A Coruña, Jorge Atán, aseguró que estas mejoras en el área se ejecutarán "en breve" y que se complementarán con otras medidas, como la instalación de un radar, la reducción del límite de velocidad y la mejora de la señalización y el balizamiento.

Con esta reordenación del tráfico se evitarán los cambios de carril a partir de la curva, ya que estará prohibido incorporarse al vial derecho desde el central o el izquierdo. La velocidad se mantendrá a 80 kilómetros por hora en esos dos carriles y se reducirá a 50 kilómetros por hora en los de servicio. El subdelegado del Gobierno no puso fecha para la entrada en funcionamiento de estos cambios, aunque aseguró que se ejecutarán "en breve". La decisión de colocar un radar en la zona de la curva de Servisa obedece a que, durante el año pasado, se detectó que había muchos vehículos que sobrepasaban el límite marcado. La instalación del radar es una medida disuasoria para evitar que los vehículos se salgan de la vía por exceso de velocidad y provoquen accidentes.

De este modo, de los seis carriles que hay en la zona, dos de ellos pasarán a ser de servicio, los dos de la derecha, uno en dirección entrada y el otro en dirección salida a la ciudad.

El atestado policial redactado tras el accidente mortal señaló como posible causa de la salida de la vía de la conductora el exceso de velocidad. Entonces, el subdelegado del Gobierno en A Coruña había dicho que la curva estaba "perfectamente señalizada con una limitación de velocidad dentro de los márgenes permitidos", aunque ahora, tan solo dos meses después, se ordenará el tráfico en la zona.