Los trabajadores de la fábrica de armas dieron ayer un nuevo paso para intentar mantener con vida la factoría. La plantilla, que permanecía desde finales del año pasado en un encierro rotatorio en la planta realizando labores de mantenimiento de la maquinaria, abandonó ayer definitivamente las instalaciones, tal y como exigía el Ministerio de Defensa para proceder a convocar el concurso público. Con todo, no se irán muy lejos, ya que mantendrán el encierro en unas casetas ubicadas en los exteriores del complejo.

"Nos vamos a quedar aquí, manteniendo un grupo de presión hasta que consigamos el objetivo final de reabrir la fábrica", aseguró el presidente del comité de empresa, Roberto Teijido. Las previsiones de los trabajadores son que entre el sábado y el lunes Defensa firme con General Dynamics el acta de retrocesión, es decir, el documento por el que se acredita que la multinacional ha cumplido con sus compromisos y que formaliza la desvinculación completa de A Coruña de la multinacional.

A partir de ahí, y según los plazos trasladados por el Concello, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaría en una semana la convocatoria del concurso público. Un proceso administrativo que, entre las solicitudes de información y la presentación de candidaturas de las empresas interesadas, podría demorarse un mes o, en caso de que haya más de una compañía interesada y tenga que ser el Gobierno central el encargado de seleccionar a la ganadora , un mes y medio.

"Esta fábrica es un chollo", manifestó Teijido, que aseguró que la tecnología que se encuentra en el interior de las naves es "única en Galicia". En este sentido, advirtió de que la maquinaria es "muy sensible" y solicitó a Defensa acelerar los plazos para que la empresa adjudicataria no tenga que asumir el coste de reactivar una tecnología paralizada desde hace meses.

Al acto simbólico de salida de las instalaciones acudieron decenas de familiares y amigos de los trabajadores, que estuvieron también acompañados por representantes del mundo de la política. Uno de ellos, el portavoz del Gobierno municipal, Julio Flores, manifestó que, a partir de ayer, se acaba "la travesía por el desierto" y comienza "un camino a la esperanza". "Ahora vamos a comenzar a jugar un partido y veremos cuantos jugadores se presentan a jugarlo", explicó el portavoz del Ejecutivo.

Otros de los que se acercaron hasta Pedralonga fueron los ediles del PSOE, Silvia Longueira y José Nogueira. Este último manifestó que los empleados de la fábrica "pasarán a la historia de la ciudad" por la lucha sindical mantenida durante el último año. "Los nombres de los 61 hombres que participaron en el encierro permanecerán para siempre en la memoria de los coruñeses", aseguró.

Las próximas semanas serán determinantes para conocer el futuro del complejo industrial. Además de los plazos del concurso, falta por conocer un elemento clave: los pliegos, es decir, las condiciones que el Ministerio de Defensa exigirá a las empresas candidatas. De ello dependerá en gran medida el número de participantes en la convocatoria. Precisamente, los dos grupos que hasta el momento confirmaron su interés por gestionar la fábrica, IFFE y Hércules de Armamento, manifestaron que permanecen "a la espera" de que el Gobierno central dé el pistoletazo de salida y anuncie las condiciones requeridas para jugar la partida.