Solo una cuestión planteada en el pleno, a través de una moción del BNG, desembocó en una aprobación unánime. La corporación dio el visto bueno al apoyo a la Universidad pública gallega al oponerse a la subida del coste de las matrículas, pedir la retirada de los mecanismos propuestos para revisar la dedicación docente y reclamar una financiación pública necesaria, además de la implicación de la sociedad en defensa del derecho fundamental a la educación.

Con la abstención precisamente del Bloque también se aprobó una moción de apoyo a los autónomos presentada por el PP y que recoge las demandas de las asociaciones gallegas para solicitar a las administraciones la equiparación de derechos con otros colectivos en cuanto a prestaciones sociales y se insta a las entidades e instituciones a facilitar el acceso a la financiación.