La directora de la Oficina para la Igualdad de Género de la Universidade da Coruña, Ana Jesús López, coordinó el trabajo En busca da Igualdade con el que sus autores pretenden visibilizar la vida y obra de muchas mujeres que sobresalieron en diferentes ámbitos de la ciencia, la tecnología, el arte y la literatura. La coordinadora del proyecto, en el que también trabajaron Alba Queija, Alexandra Vila y Diego Rodríguez, explica que en la actualidad todavía existen "microdiscriminaciones" contra la mujer y que con este trabajo quieren combatir la "tendencia a olvidar" los logros de mujeres que destacaron a lo largo de la historia.

-¿En qué consistió el proyecto En busca de la Igualdad

-Desde la Oficina para la Igualdad de Género de la Universidade da Coruña, con motivo del 8 de marzo, que es el día Internacional de la Mujer, organizamos ya por segundo año consecutivo una exposición en colaboración con las bibliotecas de la universidad, As Mulleres nas bibliotecas da UDC. Recogemos la vida y obra de distintas mujeres que destacaron en la ciencia, la tecnología, el arte y la literatura. Las bibliotecas de cada facultad nos proponían unos nombres para dar a conocer estas mujeres que destacaron a lo largo de la historia. No solo del pasado, sino también actuales. Recopilamos su bibliografía e hicimos una serie de paneles que se exponían en las bibliotecas. También elaboramos materiales interactivos. Con todo eso, hicimos un trabajo para darlo a conocer el público en general.

-¿Uno de los objetivos del trabajo era reivindicar el papel de las mujeres en la ciencia?

-Se trababa de dar a conocer y visibilizar el trabajo que han realizado muchas mujeres en distintos ámbitos de la ciencia, la técnica, las humanidades, las artes, etc. No hay que olvidar que muchas veces se tiende a olvidar el trabajo de muchas mujeres que destacaron en la historia. La gente piensa que no había mujeres arquitectas o físicas, por poner un ejemplo. Había muchas y a veces las tenemos un poco ocultas. Con este trabajo queremos ponerlas en valor y dar a conocer la obra y la vida de esas mujeres y crear referentes femeninos para nuestros estudiantes.

-¿Entendían que los logros de esas mujeres estaban ocultos?

-Parece mentira pero dentro del mundo especializado, es decir, dentro de cada facultad, la gente no conoce a referentes femeninos de ese ámbito. No son tan populares, porque a lo largo de la historia se ha tendido a ocultar el trabajo que han hecho las mujeres. Todavía existe una forma de contar las cosas en la que parece que no hubo mujeres en diversos campos. Y sí que las hubo a pesar de todas las dificultades. Hubo y sigue habiendo muchas mujeres que destacan.

-Un caso es el de María Wonenburger, recientemente fallecida. ¿Estaría dentro de estos casos de ocultación de su trabajo?

-El caso de María Wonenburger sería de los más actuales, pero a pesar de ello encontró grandes dificultades para realizar su trabajo por el hecho de ser una mujer. Este caso es uno de los más conocidos de los que hay por el reciente fallecimiento de María Wonenburguer. Precisamente fue una de las seleccionadas para dar a conocer su trabajo en el proyecto que desarrollamos en la universidad para dar a conocer a las mujeres. Hubo gente de Derecho, Arquitectura, autoras de cómic, música, ingeniería?

-¿Su trabajo habla sobre muchos otros casos que estarían en la misma situación?

-Sofía Kovalévskaya, que era una matemática y física del siglo XIX. Fue una mujer tremendamente brillante. Hay muchísimas y es difícil citar todas las que han destacado. No hay solo mujeres españolas, sino que son de todos los ámbitos, tanto nacionales como internacionales. Otra es Marta Bobo, que también es profesora en la UDC. En la parte en la que seleccionamos mujeres del deporte fue una de las elegidas. Tenemos a Eva Veiga o a María Wonenburguer. El año pasado también tuvimos a Emilia Pardo Bazán. Estas son algunas de las más conocidas.

-¿El panorama para la mujer ha cambiado o queda mucho camino por recorrer aún?

-En comparación con épocas anteriores tenemos los mismos derechos que los hombres. Otra cosa es que de facto los tengamos. Las mujeres seguimos sufriendo lo que no sé si llamarlo discriminación, aunque en cierto modo sí lo es. En las carreras universitarias hay más mujeres que hombres, sin embargo, si se miran las categorías académicas la presencia de mujeres es cada vez mejor. Somos muchísimas mujeres y estamos mejor preparados, pero existe algo que nos está frenando para alcanzar las categorías más altas.

-¿En la actualidad siguen vigentes muchos tópicos en contra de la mujer?

-Habrá que ir eliminando ese algo: los estereotipos, creencias de que las mujeres rendimos menos, problemas de conciliación... Hay microdiscriminaciones que pese a que tenemos los mismos derechos legales al final hacen que la presencia de las mujeres sea reducida en los lugares destacados de la docencia y la ciencia. Las políticas europeas están luchando contra esto. Europa se ha dado cuenta de que está invirtiendo muchísimo dinero en la formación de mujeres, que somos mayoría en la universidad, pero sin embargo lo que se gasta en la formación universitaria no está repercutiendo en que se aproveche el talento femenino en la investigación y para los niveles más altos de las empresas, de la docencia y del desarrollo de Europa.