La Autoridad Portuaria cederá al Concello las instalaciones del faro de Oza de manera gratuita e indefinida -hasta que alguna de las dos partes implicadas se muestre descontenta con el acuerdo y lo denuncie- para que lo abra a "todos los coruñeses". En esta labor de puesta en marcha de un nuevo espacio, intervendrá también el Club Marítimo de Oza-O Puntal.

El alcalde, Carlos Negreira, explicó ayer que, a pesar de que esta organización es privada, el faro estará abierto también a personas que no sean socias de la entidad con sede al lado de la playa de Oza. No está todavía definido el uso que se le otorgará a este edificio, aunque el regidor municipal aseguró que se transformará en un "centro cultural, base de conferencias, en un centro de enseñanza", con usos deportivos y que contará, además con una "biblioteca virtual". Este proyecto entra dentro de la cesión de una superficie de unos 23.000 cuadrados, que va desde el vial de acceso al faro y las plazas de aparcamiento de la zona hasta el contradique. La Autoridad Portuaria deja en manos del Concello el mantenimiento de este espacio, pero antes invertirá 175.000 euros en obras para mejorar el alumbrado, el mobiliario y también la red de saneamiento.

Los astilleros que hay en este enclave, según explicó ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, tienen todavía fosas sépticas por lo que se eliminarán y se integrarán a la red municipal. Las obras estarán finalizadas antes del 30 de junio de 2015, será entonces cuando se efectúe la cesión de esta zona, aunque Losada asegura que, como el faro está "en perfecto estado", podrá abrir antes de que se cumpla este plazo.

"Queremos transformar este entorno para el disfrute de todos los coruñeses y recuperar parte de nuestro patrimonio y convertir el faro de Oza en un centro cultural, social, deportivo y formativo", explicó ayer el alcalde, en la presentación del preacuerdo al que han llegado la Autoridad Portuaria y el Concello para la cesión del faro de Oza y los terrenos que están en su entorno.

La asociación de vecinos Oza-Gaiteira-Os Castros, que lleva años solicitando la apertura de las instalaciones del faro para usos culturales -algunas veces incluso hasta en el pleno a través de los grupos políticos-, no se mostraba ayer muy contenta con el acuerdo. Y es que, según explicó ayer su presidente, Paulo Sexto, será una "entidad privada", O Puntal, la que se encargará de gestionar el espacio y de dotarlo de contenido y no las asociaciones sin ánimo de lucro afincadas en el barrio y la Cofradía de Pescadores, como los vecinos habían pedido, los que puedan organizar cursos, charlas y actividades en las instalaciones portuarias.

El BNG le recuerda al Gobierno local que no puede emplear las instalaciones "para usos particulares y mercantiles que favorezcan negocios privados de hostelería a través de concesiones administrativas".

Los nacionalistas alertan de esta situación, aunque en la presentación del convenio no se nombró, en ningún momento, la posibilidad de reconvertir el faro -construido a principios del siglo XX- en un bar ni de utilizar sus instalaciones para fines lucrativos.

Las fichas del plan general recogen que el faro está en unos terrenos de uso de equipamiento dotacional sanitario. El BNG pide que se cambie a equipamiento dotacional cultural, que mantenga su titularidad pública.