La alta velocidad a la que entran los vehículos en el casco urbano por la avenida de Alfonso Molina anima al Ayuntamiento a incluir la colocación de resaltos sonoros, conocidos popularmente como bandas sonoras, con el fin de que los conductores cumplan con el límite establecido, que es de 50 kilómetros por hora desde el viaducto de la ronda de Outeiro. Esta medida es una de las que forman parte del proyecto de reforma de Alfonso Molina que ayer sacó a licitación el Gobierno local por un importe de casi 1,2 millones de euros y que prevé el cambio de la mediana, la iluminación y elementos de seguridad.

El proyecto hace mención de uno de los objetivos del plan de movilidad aprobado por el Ayuntamiento, que señala la "necesidad de reducir la velocidad de circulación de una manera efectiva", de forma que al llegar al cruce con la ronda de Outeiro pasen a un máximo de 50 kilómetros por hora. También se cita en el documento que la velocidad se controlará a partir de ese punto "para garantizar el acceso al centro urbano con la tranquilidad aconsejable para una correcta convivencia entre vehículos y peatones".

Precisamente los viandantes serán los destinatarios de otra medida de la reforma, que consiste en eliminar los obstáculos que impiden la continuidad de los recorridos a pie y la colocación de nuevos pasos de peatones. La acera que sube por el margen derecho del escaléxtric y la que baja desde Juan Flórez hacia el viaducto son los dos puntos donde se solucionará el bloqueo existente en la actualidad. En ese segundo lugar se instalará además un paso para cruzar a pie la calzada, al igual que al inicio del desvío desde Alfonso Molina hacia Juan Flórez.