El cierre del proceso de admisión de solicitud de plazas de Educación Infantil refleja los cambios producidos en la demanda escolar en el municipio, ya que frente a los 163 alumnos que no podrán estudiar en el centro que sus familias escogieron como primera opción, el volumen de puestos sin cubrir en otros colegios alcanza la cifra de 157, de acuerdo con los datos facilitados por los centros. La negativa del Liceo La Paz a proporcionarlos distorsiona parcialmente este resultado, ya que es habitualmente el centro que registra un número de solicitudes más alto con relación a su oferta, que el año pasado recibió 23 peticiones más que plazas.

Los centros deben reservar tres plazas de cada 25 para alumnos con necesidades educativas especiales, aunque si no se presentan solicitudes de este tipo, son asignadas al resto de demandantes. En los centros donde la demanda supere a la oferta, las familias deberán presentar la documentación exigida entre el 26 de marzo y el 8 de abril. Antes del 25 de ese mes se publicará la relación provisional de admitidos con la puntuación obtenida de acuerdo con cada uno de los criterios establecidos para poder presentar reclamaciones. Las listas definitivas se harán públicas antes del 15 de mayo y la matrícula se realizará entre el 20 y el 30 de junio.

Al igual que en años anteriores, el San Francisco Javier, con 17 peticiones no cubiertas, es el centro público con una demanda más elevada, mientras que Santa María del Mar, con 20 solicitudes no admitidas, lo es entre los concertados. En el primer caso, la proximidad de numerosos comercios en la zona lleva a los trabajadores a reclamar plaza en ese centro para poder conciliar la vida laboral y la familiar.

El caso más significativo de las variaciones producidas en la población escolar coruñesa es el colegio público Sagrada Familia, situado en el barrio del mismo nombre, ya que si el año pasado se solicitaron 28 plazas menos de las 75 que ofertaba, este año esa cifra asciende hasta las 38, lo que refleja un progresivo retroceso del número de niños en esa zona de la ciudad. También es relevante la caída experimentada en el centro San Pedro de Visma, donde de las 25 plazas no cubiertas el curso pasado se sube este a las 33.

Otro aspecto relevante es el comportamiento de la demanda en el Emilia Pardo Bazán, que por su situación en Os Rosales contó durante años con una demanda muy superior al número de puestos disponible. Este hecho hizo que las familias y los profesores reclamaran a Educación la ampliación del centro y, cuando tras una larga demora las nuevas aulas se estrenarán después de la próxima Semana Santa, el centro ahora experimenta una caída de solicitudes. Si el curso pasado no se cubrieron 5 plazas ofertadas, este son 14, lo que indica que la ampliación ha llegado tarde.

Frente a este fenómeno, las solicitudes presentadas en el Juan Fernández Latorre, en O Castrillón, vuelven a superar las plazas ofertadas, al igual que sucede en el Eusebio da Guarda, al que su céntrica ubicación le hace ser tradicionalmente uno de los centros de mayor demanda. También superan su oferta de plazas los colegios Labaca, María Pita y Ramón de la Sagra, así como el Montel Touzet pese a estar situado en la Ciudad Vieja.

En Monte Alto se da la circunstancia de que el Víctor López Seoane dispone de 8 puestos sin cubrir, mientras que el Sanjurjo de Carricarte, emplazado a solo unos metros, tiene una demanda de 7 plazas más de las que oferta.

El colegio público Manuel Murguía, que por su situación en Feáns debe atender las solicitudes de los residentes en Novo Mesoiro, recibió 12 solicitudes más de las que puede admitir, cuando el curso pasado habían sido solo 2. Los vecinos de este barrio reclamaron recientemente a la Consellería de Educación la construcción de un colegio, aunque el departamento autonómico contestó que en breve procederá a ampliar la capacidad del Manuel Murguía con nuevas aulas y que se tomará hasta 3 años para estudiar la petición de abrir un nuevo centro en esta parte del municipio.