El Colegio Liceo La Paz garantiza que las imágenes presuntamente grabadas por el conserje en los vestuarios "no comprometen a ningún menor" del centro. "Si a lo largo de la investigación en curso se produce cualquier tipo de cambio, se les notificará inmediatamente a los padres de los alumnos en cuestión, bajo la supervisión del juzgado", señala el colegio en un comunicado emitido ayer y enviado a los padres, en el que, además, reclama "tranquilidad y confianza" a los familiares de las presuntas víctimas.

La Policía Nacional detuvo el jueves por la mañana al conserje, que fue puesto en libertad con cargos, imputado por un delito de descubrimiento y revelación de secretos; y por otro delito de tenencia de pornografía infantil. El sospechoso, que tiene unos 35 años, deberá presentarse en los juzgados los días 1 y 15 de cada mes y, además, no podrá acercarse a menos de 50 metros del Liceo. La investigación comenzó a finales del pasado mes de enero, cuando el centro tuvo constancia de que había una cámara instalada en los vestuarios en los que se cambian los escolares para participar en actividades deportivas. Desde que la policía sospechó del acusado, fue apartado de su trabajo de conserje, puesto que ocupaba desde hacía dos años. La Policía Judicial de la Policía Nacional localizó material pornográfico infantil durante el examen de su ordenador portátil, que fue entregado de forma voluntaria a los funcionarios por su novia, después de que el sospechoso se lo pidiese.

El imputado negó los hechos ante la juez que esta semana ejerce las funciones de guardia. Así, alegó que desconoce cómo llegaron a su ordenador los archivos de niños y niñas en actitudes sexuales. Tampoco supo explicar por qué sus huellas figuran en el aparato que la policía sospecha que colocó en los vestuarios. Los funcionarios comprobaron que en su ordenador había descargadas las instrucciones de instalación y uso de la cámara descubierta en las instalaciones. El exempleado del Liceo, sin embargo, sostiene que consultó el uso del dispositivo porque realizó un pedido a Hong Kong de tres cámaras de ese tipo, al tiempo que matizó que ninguna de ellas es la decomisada por el 091.

La defensa del acusado, ejercida por el abogado José Ramón Sierra, destaca que carece de antecedentes penales y que no es "experto en informática". El letrado, además, anunció ayer que solicitará la nulidad del registro de la vivienda de su cliente porque "vulnera sus derechos", al tiempo que negó que sus huellas dactilares fuesen halladas en la cámara descubierta en el Liceo. Por el momento, según fuentes judiciales, la policía carece de pruebas de que el sospechoso hubiese comprado la cámara, que estaba conectada al ordenador de la Conserjería del centro. Los investigadores sospechan que la intención del acusado era probar el mecanismo para, después, poder visionar las imágenes directamente en su ordenador personal.

La Policía Nacional informó a los responsables del Liceo de que el conserje había instalado dos cámaras más en otros dos puntos de la ciudad, pero no les comunicó su ubicación. La dirección del colegio señaló ayer en el comunicado que "desde el primer instante" se tomaron "medidas que protegieron la intimidad de los alumnos, siempre con la colaboración de la administración educativa y de la policía".