El debate de las fiestas continúa. Después de que la posible suspensión de las corridas de toros haya generado multitud de comentarios, ha llegado la polémica de las casas regionales. El Gobierno local ha declinado organizarlas debido a su coste, que en los últimos años superó los 70.000 euros y que las casas ofrecieron reajustar, en una segunda oferta, a 40.000.

El alcalde, Xulio Ferreiro, declaró ayer que ellos habían sido "los primeros sorprendidos" una vez descubrieron el gasto del Concello en un acontecimiento "polémico", por "la competencia" que crea, en pleno mes de agosto, a la hostelería local. Pero los presidentes de las casas regionales no se muestran conformes con esta explicación, sino que están "convencidos de que el motivo no es económico", según afirmó el presidente del Centro Asturiano, José Manuel Rodríguez.

"Lo llevan en el ADN", añadió el máximo responsable del Centro Asturiano acerca de la ideología del Gobierno, antes de referirse a un tweet de 2013 en el que uno de los concejales de la actual corporación se cuestionaba el sentido de este certamen. "Son conservadores, solo les interesa lo gallego", apostilló el presidente de la Casa de Castilla y León, que ya ha avisado a "los grupos folclóricos de que no vengan" y lamenta las actuaciones que "se va a perder la ciudad".

Estas reivindicaciones son apoyadas por el PP local. El concejal Martín Fernández Prado afirmó que la retirada del certamen se debe a "los gustos personales" de quien gobierna "en minoría para las minorías" y que "solo piensa en sus votantes", acusaciones que Xulio Ferreiro dice "no entender". "No sé qué ideología puede haber en tomar sidra y ribeiro", bromeó el alcalde. Ferreiro no ve "socialmente entendible" el dinero que se destinaba a las fiestas y afirmó que éstas estarán "al nivel de la ciudad" y con "oportunidades de ocio para todos".

El presidente de la Casa de Andalucía explicó que estarían dispuestos "a reducir bastante" el presupuesto, aunque por el momento no han estudiado organizar el certamen por su cuenta o con patrocinadores, ya que tampoco tendrían "la seguridad de que lo integrasen en las fiestas de María Pita". "No nos lo hemos planteado aún, estamos traumatizados", declaró el presidente de la Casa de Castilla-La Mancha, que teme que la suspensión del certamensuspensión certamen, "una forma de financiarse", les lleve a poner el cierre.

La Casa de Aragón indica que, sin las fiestas de agosto, también pasará por dificultades para subsistir, mientras que a la de Andalucía, según afirma su presidente, el Concello le ha dado "el estoque" y ya "solo falta la puntilla". Se muestra indignado, además, de que el estoque haya sido virtual, a través de un correo electrónico enviado "por un asesor", y no en una reunión física.

Críticas de los hosteleros

Los presidentes de las casas también han respondido a las críticas vertidas por el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, que calificó el certamen de "competencia desleal" y mostró su "satisfacción" por la cancelación. "A la hostelería le interesa tener gente y esto traía gente", justifica Rodríguez, que considera que la de Cañete es una opinión personal y que los hosteleros de la zona eran favorables.

Cañete afirmó que su asociación denuncia desde hace años la "competencia desleal" de las casas regionales, así como el incumplimiento de "cuestiones sanitarias" que a los hosteleros, que "aguantan el empleo y el sector todo el año", sí se les exigen. Citó, como ejemplo, la necesidad de tener agua caliente en la barra, a lo que los responsables de las casas alegan que siempre han tenido "todo en regla".

Cañete reconoce, igual que Ferreiro, que "desconocía la cuantía de la ayuda" del Concello, pero sabía que no se pagaba por la utilización del suelo público, lo que supondría "una barbaridad". Se trataba, en su opinión, de un "negocio subvencionado que daba beneficios para todo el año", y que, de organizarse, tendría que ser mediante concurso público en el que el Concello "también saldría ganando".