El cierre de la cafetería El Remanso, ejecutado el 20 de octubre del año pasado, se ha quedado sin recorrido judicial. La sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha emitido un fallo en el que inadmite el recurso de apelación presentado por la firma concesionaria, Pezetace, contra una sentencia de septiembre pasado de un juzgado de la misma sala de A Coruña que declaraba la extinción de la adjudicación administrativa. El dictamen del TSXG, conocido y consentido por el Concello en la Junta de Gobierno Local este mes, ya no admite recurso ordinario alguno.

El tribunal gallego tumbó la apelación de la concesionaria por "insuficiencia de cuantía". El fallo señala que la cuantía del pleito "vendrá determinada por el importe de una anualidad del canon concesional". Según el anterior Gobierno local, Pezetace adeudaba casi 45.000 euros correspondientes al canon de la concesión desde 1997, ya que solo abonó el importe de los seis primeros años desde que administraba la cafetería en 1989.

La concesión otorgada tenía vigencia hasta 2040, pero el Ayuntamiento promovió su suspensión porque la empresa no pagaba el canon de los últimos 23 años. Como los responsables de Pezetace no devolvían las llaves del local el Gobierno municipal del PP llevó el caso a los tribunales y un juzgado coruñés autorizó al Concello a desalojar forzosamente el edificio.

El pasado 20 de octubre El Remanso bajó la verja definitivamente en su ubicación de la plaza de Cuatro Caminos y operarios retiraron las máquinas expendedoras del exterior del inmueble y el mobiliario del interior, después de que unos días antes el Gobierno local y la firma acordasen el proceso de desalojo de forma pacífica.

El inmueble está cerrado y vacío desde entonces, con vallas a su alrededor. El PP preveía intervenir en el edificio para convertirlo en un centro que había denominado "quiosco cívico" donde se podrían desarrollar actividades culturales y de ocio, pero con el cambio de Gobierno ahora el plan se mantiene todavía más en el aire que antes de las elecciones, ya que el Ejecutivo de Marea no se ha pronunciado sobre sus planes para el local.

La modificación prevista en su día por el Gobierno de Carlos Negrería requería un cambio imprescindible en el plan general. La parcela figura como espacio libre y debía ser calificada como de equipamiento público de uso cultural para que allí hubiera un centro de actividades sociales y de ocio.