A los conciertos en la plaza de María Pita acude todo tipo de gente, ya que además de que los artistas suelen ser de gran tirón popular, las actuaciones son gratuitas. Pero lo inusual es presentarse en el lugar con un perro, y además con el animal en brazos, ya que tan solo tenía unos meses. Pero la presencia del cachorro en el concierto de Rosario Flores anoche tenía una finalidad terapéutica, ya que sus propietarios lo llevaron animados por la veterinaria a la que acuden habitualmente. Según ella, al estar en la plaza en medio del recital, el perro se acostumbrará al ruido y no le extrañará en posteriores ocasiones.