Música y poesía para rescatar la pintura. Esa fue la fórmula empleada ayer por la asociación cultural O Mural y el colectivo In nave civitas para reivindicar la apertura del local de la Calle Real que alberga el mural de Urbano Lugrís.

Después del cierre del establecimiento hostelero que lo ocupaba esta verano, la obra de artista gallego ha quedado oculta. Los organizadores de la performance de ayer desplegaron una pancarta con el fresco y exigieron la declaración del mural por parte de la Xunta como Bien de Interés Cultural (BIC), lo que obligaría a los dueños del establecimiento a abrir sus puertas, al menos, cuatro veces al mes para que los vecinos y visitantes puedan disfrutar de la obra.