Negreira da lecciones. Aunque es portavoz de la oposición, usa un tono pausado, algo condescendiente, o institucional, a la hora de hablar, algo buscado ante el debate generalizado y para contraponer su saber hacer con la inexperiencia de quien se hizo con el Gobierno de María Pita después de perder el Partido Popular cuatro escaños. Lo usó en las últimas semanas y lo usó ayer en el pleno. "Nosotros lo hacíamos de esta forma", instruye a su sustituto desde su escaño. Ayer, pudo crecerse en su papel, visto el viraje del PSOE ante el cambio de presupuesto que evitó un pleno tranquilo.