El "drama" de la imposibilidad de dormir los fines de semana por el ruido provocado por el ocio nocturno entró en el pleno con el testimonio, enfado y exigencia de soluciones de dos vecinos que hablaron en el turno ciudadano. Ambos se expresaron con desesperación, incluso estuvieron al borde de las lágrimas, y denunciaron la falta de medidas contra el ruido por parte del actual y de los anteriores gobiernos locales tanto por la ausencia de control en las zonas de ocio como por el incumplimiento de la ordenanza de terrazas.

José Luis Méndez Campos, vecino de la zona del Orzán, confesó que cada fin de semana muchos vecinos no pueden dormir. Criticó a la Policía Local por ser "permisiva" y describió una imagen de su entorno con locales que superan el límite de aforo y jóvenes bebiendo y gritando en las calles.

Pedro Fernández Roque informó de que a las tres de la madrugada del pasado sábado estaba presentando una denuncia, en compañía de policías, contra un local de la plaza de María Pita que de forma reiterada incumple horarios. Sus críticas apuntaron a los hosteleros por no cumplir la ordenanza y a la anterior responsable de Movilidad, Begoña Freire, por desestimar las alegaciones vecinales contra las terrazas. Exigió controles y comisiones anunciadas "que no existen".

Desde el Gobierno local, los ediles Xiao Varela y Daniel Díaz reconocieron que el problema es de difícil solución. Cifraron en 18 los expedientes de denuncias por estos motivos y en 11 los procesos sancionadores. Admitieron que van a solicitar informes de demandas al 092 y que el área de Participación va a diseñar acciones de ocio alternativo para tratar de paliar los problemas que genera la presencia de gente en la calle de madrugada cada fin de semana.