La construcción de la nueva estación de autobuses en el complejo de la intermodal supondrá un importante cambio para la avenida de A Sardiñeira, ya que uno de sus márgenes dejará de estar ocupado por el elevado terraplén que la separa de la terminal ferroviaria. La calle contará además con una plaza desde la que se efectuará el acceso principal a la estación, lo que la directoral xeral de Mobilidade de la Xunta, Helena de Lucas, califica de "cambio espectacular para los vecinos".

La nueva plaza permitirá la entrada a la intermodal al mismo nivel que la avenida de A Sardiñeira y dispondrá de un edificio de servicios del recinto dedicado al transporte. Los andenes para los autobuses se situarán en una planta inferior, mientras que bajo los mismos se construirá un aparcamiento subterráneo que dará servicio a este complejo.

La ejecución de este proyecto, cuyo diseño definitivo todavía se desconoce, será responsabilidad del Ayuntamiento, que también deberá llevar a cabo otras actuaciones en el entorno de la intermodal para facilitar el acceso de los usuarios y los vehículos de transportes. La intervención en la avenida de A Sardiñeira será imprescindible, ya que se convertirá en una vía de suma importancia para la intermodal, ya que los autobuses accederán y saldrán de ella a través de ella después de pasar por las avenidas de Arteixo y San Cristóbal, ruta elegida finalmente para este transporte tras haberse descartado la opción inicial de la avenida de Salgado Torres.

Esta decisión implicará la necesidad de instalar dos rotondas en el lugar de Agra dos Mallos, una para el acceso desde la avenida de Arteixo y otra para acceder a la de A Sardiñeira, así como de un vial que conectará las dos calles. El Concello tendrá que reformar además la plaza de San Cristóbal, la ronda de Outeiro y el viaducto de esta vía sobre Alfonso Molina.

Proyecto de Busquets

El diseño de la estación intermodal incluido por Joan Busquets en el Plan General de Ordenación Municipal proponía la comunicación entre las avenidas de A Sardiñeira y Joaquín Planells mediante una gran plaza que cubriría las vías del ferrocarril. Esta iniciativa supondría una transformación radical de la zona, ya que la estación de Renfe separa en la actualidad los barrios de Os Mallos y Elviña.

El proyecto de Busquets pretendía crear un jardín y un gran espacio abierto para el encuentro ciudadano en la nueva plaza sobre el tendido ferroviario, pero el elevado coste que tenía esta actuación hizo que fuese descartada, ya que ni siquiera fue incorporado al diseño inicial de la intermodal que aprobó el Ministerio de Fomento.