El Gobierno local se plantea como objetivo prioritario la eliminación total de los vertidos contaminantes existentes en el municipio, que en la actualidad son 14, tras la eliminación desde el pasado verano de otros 6. La concejal de Medio Ambiente, María García, anunció ayer que la finalidad es llegar al denominado vertido cero "lo antes posible", de forma que todos ellos pasen por la depuradora de Bens, y que para el próximo año está prevista la eliminación de otros 9 focos contaminantes, lo que supondrá alcanzar el 75% del total, mediante una inversión de tres millones de euros.

Con esta actuación, al finalizar 2016 quedarían cinco vertidos en el municipio, aunque la titular de Medio Ambiente advirtió de que en la actualidad ya se está trabajando sobre todos los existentes, aunque en diferentes fases, ya sea en la de investigación, en la de exigencia de que se solucione el problema o en la de obras.

Para conseguir la supresión de todos los vertidos, el Concello multiplicará por 2,5 el presupuesto destinado a saneamiento y por cuatro las inversiones previstas con relación a las de este año, aunque la tarea se distribuirá entre las concejalías de Medio Ambiente y Rexeneración Urbana, ya que ambas disponen de competencias en esta labor. "Creemos que es un gasto realmente importante, del que tiene que estar informada la ciudadanía", declaró la edil.

García puso de relieve que es la primera ocasión en la que el Ayuntamiento da a conocer la ubicación exacta de los puntos donde se realizan vertidos contaminantes, información que se actualizará de forma continua, y que estos datos ya estaban en manos de la administración municipal cuando Marea Atlántica llegó al Gobierno local. "No sabemos por qué esta situación no se atajó antes ni se le dio publicidad", manifestó la concejal, para quien es "fundamental" informar sobre este problema con transparencia para que los ciudadanos comprendan la necesidad de las inversiones en esta materia.

Para García, la información que se proporciona sobre los vertidos es "la mejor garantía de que estos problemas se van a solucionar" y explicó que hasta ahora no se hiciesen públicos estos datos porque "la política habitual era que de esto no se enterase nadie".

La titular de Medio Ambiente consideró "difícil de entender que sabiendo que hay situaciones bastante preocupantes no se aborden como cuestiones prioritarias", en referencia a que algunos de los vertidos localizados tienen especial relevancia y a que el anterior Gobierno local no llevó a cabo actuaciones para eliminarlos. Frente a esa política, María García aseguró que su gestión ambiental "pasa por resolver sí o sí estos problemas".

Los veinte vertidos localizados procedían de 17 puntos diferentes, ya que algunos de ellos se bifurcaban desde su origen. No todos son responsabilidad del Ayuntamiento, ya que seis de los mismos proceden de instalaciones privadas o de otras administraciones, como es el caso de la Autoridad Portuaria. García destacó la necesidad de eliminarlos, porque todos ellos "van a dar de manera directa o indirecta a la ría de O Burgo".

La eliminación de los vertidos tiene también repercusiones sobre la economía, según la concejal, ya que afectará de forma positiva a la actividad de los mariscadores de la ría, quienes en los últimos años han visto reducir de forma considerable sus ingresos por los daños causados por la contaminación en los bancos de cría de los moluscos. Esta situación hizo que fuese este colectivo de trabajadores, a través de la Cofradía de Pescadores y Mariscadores, el que haya llevado a cabo una denuncia sistemática de la degradación del estuario coruñés y de la falta de actuación de las administraciones en relación con los vertidos a lo largo de los últimos años.

Uno de los aspectos destacados de la actuación municipal es la transversalidad, ya que son varios los departamentos del Concello que intervienen en función de cuál es el origen del problema. El caso más evidente es el de A Pasaxe, donde García detalló que la contaminación procede de las industrias asentadas junto al puente, así como del poblado chabolista existente en el mismo lugar. Por esta razón, la eliminación del vertido también implica el realojamiento de las personas que viven en ese asentamiento precario, según destacó la concejal.

También mencionó García que cuando se localiza un vertido que procede de una comunidad de propietarios, se le notifica y se le exige que solucione el problema, aunque admitió que en caso de que no haga caso de los requerimientos municipales, puede ser sancionada.

La concejal hizo hincapié además en que la Xunta recauda en A Coruña 4 millones de euros por las tasas de saneamiento que se aplican en los recibos del agua, por lo que consideró que sería aconsejable que colaborase con el Concello en la solución del problema de los vertidos.