La peatonalización completa de la Ciudad Vieja, la reordenación del tráfico en el cruce de As Ánimas, la apertura del túnel de O Parrote y la restricción del tráfico en la Marina son actuaciones municipales estrechamente relacionadas. El alcalde, Xulio Ferreiro, explicó ayer que la liberación de vehículos en el casco antiguo para convertirlo en una zona exclusivamente peatonal, que inició en una primera fase el anterior Gobierno local, está condicionada por cambios en la circulación en As Ánimas entre el hospital Abente y Lago y el castillo de San Antón.

Para redefinir el tráfico en este punto debe estar en servicio el vial subterráneo de O Parrote, del que saldrán vehículos procedentes de Alférez Provisional y al que entrarán otros desde la zona alta de la ciudad. El Concello realiza revisiones técnicas y aún no lo ha abierto.

Y mientras no abra a la circulación el ramal de O Parrote no solo no se liberará como está previsto el tráfico de coches en la superficie de la Marina, por donde solo podrán transitar autobuses, taxis, vehículos de emergencia y residentes, sino que tampoco se peatonalizará plenamente la Ciudad Vieja.

La avenida de la Marina sigue permitiendo el tráfico de vehículos, aunque desde el lunes se están reemplazando las losas que habían sufrido deterioros desde su colocación por asfalto. La previsión es que esta obra dure esta semana.

En relación con la movilidad en la zona se ha abierto en el último mes un nuevo frente de conflicto: el aparcamiento en A Maestranza, donde el Ministerio de Defensa valló ayer una de las tres parcelas donde venderá suelo para ejecutar una operación inmobiliaria. Ferreiro aclaró que el plan de estacionamiento en superficie en esta zona "está casi hecho". El Concello habilitará plazas junto al Oceanográfico, en el paseo marítimo y en el entorno de A Maestranza.