"Que se quede calladito y disfrute del dinero. No vale la pena que diga nada", recomendaba ayer al ganador de 5,7 millones en la Primitiva la responsable de la administración de lotería de la avenida de Monelos número 27 en la que selló el boleto la semana pasada, el jueves como muy tarde. La suerte del acertante de todos los números y del reintegro (6) del sorteo del sábado estaba en la máquina del negocio, pues fue la que le dio la combinación ganadora: 6, 11, 20, 26, 38, 46. El premio fue el segundo de mayor cuantía validado en la ciudad en los últimos diez años. El primero, de 7,5 millones, se selló en junio de 2011 en la avenida de Finisterre.
Fueron muchos los curiosos que ayer se acercaron al establecimiento para felicitar a los dueños y, de paso, preguntar si conocían la identidad del millonario. "Me llamaron por teléfono cientos de clientes. Muchos me preguntaban si eran ellos los ganadores y yo, claro, no sé nada. No sé los números que echa cada uno. También recibí muchísimas felicitaciones", cuenta la dirigente del negocio, Vanessa Rubio, quien asegura que no tiene "ni idea" de quién pudo ser el agraciado. "Aquí viene gente del barrio, pero también de otras zonas de la ciudad y de Galicia. Está cerca el bar Os Belés, el Imelga y Nuevos Ministerios, vienen personas de todos los sitios, incluso de fuera de la ciudad", comenta Rubio.
La dirigente del negocio, que también es estanco, recuerda que el día del sorteo, el sábado por la noche, la llamó su tía cuando estaba tomando algo para informarle de que habían dado el premio. "Loterías la había llamado para decírselo. Me puse histérica, no te lo esperas ni de broma. Estoy muy contenta, me hace mucha ilusión, es mucho dinero", destaca, al tiempo que recuerda que el otro premio "gordo" que otorgó la administración fue de 200.000 euros. "No caigo ahora si fue en la Primitiva o en la Bonoloto, pero tampoco supimos a quién le había tocado. Yo tampoco lo diría", indica, al tiempo que anima a sus clientes a que "sigan jugando" porque a alguien "siempre le toca".
