El alcalde, Xulio Ferreiro, anunció ayer que la peatonalización de la Ciudad Vieja se pondrá en marcha el próximo año por decisión de la concejalía de Mobilidade, que pretende aplicar esta medida "sin prisa pero sin pausa". Ferreiro calificó de "difícil" saber si el anterior Gobierno local había previsto incluir partidas para esta actuación en el presupuesto de este año y advirtió que además "no son infinitos".

La peatonalización del casco antiguo fue programada por el Ejecutivo municipal del PP para una vez que concluyesen las obras de la Marina y los dos túneles que recorren su subsuelo, por lo que la portavoz de esta formación, Rosa Gallego, alertó ayer de que la retirada de las vallas en la explanada mientras continúa el tráfico en la superficie "pone en peligro a peatones y conductores".

Gallego criticó que se vayan a colocar señales verticales en lugar de cámaras de control y que no se haya informado a los ciudadanos sobre los cambios en las paradas de taxi y de autobuses. También reprochó que continúen los problemas de tráfico en As Ánimas y hacia el Abente y Lago y que se desconozca cómo se controlara el paso de vehículos por la superficie, aspectos que regulaba el plan de tráfico elaborado por el PP.