El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) levantó el pasado miércoles el cierre de la ría de O Burgo al marisqueo al apreciar la reducción en los niveles de hidrocarburos que habían motivado la prohibición de extraer moluscos a finales de abril. Pero el estuario coruñés llevaba en realidad cerrado desde el día 20 de ese mes por la presencia de la toxina lipofílica, que desapareció a finales de abril. Sin que hubiera un mínimo respiro, a continuación volvió a cerrarse al detectarse la existencia de un volumen de hidrocarburos superior al permitido.

La reapertura de los bancos marisqueros de O Burgo no supondrá sin embargo el retorno inmediato de los trabajadores, ya que las condiciones de las mareas no serán idóneas hasta el día 19, según advierte Andrés Pena, presidente de la Agrupación de Mariscadores a Pie. "Estamos pendientes de un hilo porque media Galicia está cerrada por toxinas", alerta Pena sobre la posibilidad de que la ría vuelva a cerrarse en los próximos días, ya que el lunes el Intecmar realizará nuevas pruebas en las aguas de O Burgo y existe el riesgo de que se decrete una nueva prohibición de mariscar.

Los bancos han estado cerrados durante 12 días este año, ya que la aparición de la toxina coincidió con un periodo de mareas desfavorables y por lo tanto no afectó a la actividad extractiva. Para Pena, el peor problema es la presencia de los hidrocarburos, que motiva entre dos o tres cierres cada año entre febrero y abril pero que este año se ha extendido más allá de esas fechas.

"La Xunta controla los ríos pero no tiene ni idea de dónde proceden", explica el presidente de los mariscadores a pie, quien recela de la actividad que realizan algunas empresas instaladas en el puerto coruñés. Pena recuerda que un vertido de combustible afectó el año pasado a toda la ría, desde Suevos hasta Mera, y no se logró averiguar el origen. También destaca Pena que la Xunta rebajó el índice máximo de hidrocarburos permitido en las aguas para que se pueda mariscar pero que a las empresas que pueden causar vertidos se les mantuvo la cantidad máxima autorizada, por lo que considera que "los que pagan son siempre los mismos".