La Fiscalía reclama dos años de cárcel para una mujer acusada de coaccionar a su exnovio. La imputada, según consta en el escrito de calificación del Ministerio público, no aceptó la ruptura de la relación sentimental sin convivencia que había tenido con la víctima, por lo que comenzó a perseguirla. El fiscal relata en su informe que la sospechosa, que está asistida por el letrado penalista Diego Reboredo, tenía unas llaves del domicilio de su excompañero sentimental, situado en el barrio de El Ensanche. El afectado no cambió la cerradura, por lo que desconfiaba "por las cosas que le decía" que su exnovia, que tenía 37 años, entraba en su domicilio. "Desde que cesaron la relación, la sospechosa se presentó frecuentemente en los lugares a los que acudía", destaca la acusación, quien sostiene que le pedía insistentemente que volviese con ella. Además, asegura que llamaba "insistentemente" al timbre de su vivienda y que le dejaba notas manuscritas por debajo de la puerta.

En ocasiones, le decía que se iba a suicidar si no accedía a hablar con ella. El 14 de abril de 2010 le envió un mensaje y se presentó en su trabajo, situado en la zona del Paseo de los Puentes. Después, se subió a una barandilla y amenazó con tirarse y suicidarse, por lo que a la zona se desplazó una patrulla de la Policía Local y una ambulancia.

La imputada también llamó por teléfono a amigos de su expareja, quienes desconocen cómo consiguió sus números, ya que ellos no se los proporcionaron. La Fiscalía indica en su escrito de calificación que el 6 de junio de 2010 el afectado, cuando llegó a su domicilio, sobre las 17.35 horas, escuchó ruidos en su interior. El hombre decidió no acceder al inmueble por "precaución" y alertar a la policía. Cuando estaba contactando con el 092, vio a su exnovia salir del portal.

El fiscal asegura que la procesada se dirigió hacia él, ante lo que reaccionó pidiéndole explicaciones. "Estaba ofuscada", señala la Fiscalía, que especifica que cuando llegaron los agentes comprobaron que la puerta no estaba cerrada como la había dejado el perjudicado y que no faltaba nada del interior de la vivienda. Ese mismo día, una hora más tarde, la imputada se presentó de nuevo en el domicilio de su expareja y llamó insistentemente a la puerta.

La mujer fue sorprendida por agentes de la Policía Local cuando bajaba por las escaleras. La acusada les manifestó que "solo" quería hablar con su exnovio. Además, reconoció que disponía de unas llaves del domicilio. Los funcionarios se las decomisaron durante el registro superficial que le hicieron, al igual que una nota manuscrita en la que le exigía que "cambiase las sábanas azules" si iba a estar "con una facilona". La Fiscalía, además de dos años de cárcel, solicita tres de alejamiento. La acusación particular demanda cuatro años de prisión.