"Nos podía haber pasado lo mismo que con Velicky", decía ayer el jefe de Seguridad del Ayuntamiento, Carlos García Touriñán, tras participar en el rescate de un policía local en la Coraza del Orzán a las 08.00 horas. El agente se lanzó al agua junto con otro compañero para ayudar a salir a un joven de Guitiriz que hizo caso omiso a la prohibición de bañarse y al que la corriente arrastraba.

Durante el operativo consiguieron ayudar al joven, nacido en 1995, pero el policía comenzó a tener problemas para salir del agua debido a la corriente, que lo arrastraba hacia dentro, por lo que fue necesaria la intervención de su compañero, de Touriñán y de miembros de Cruz Roja y Protección Civil. Los efectivos en ese momento ya habían dado por concluido el dispositivo de seguridad de la noche de San Juan, por lo que no estaba la unidad de rescates marinos de bomberos.

El suceso ocurrió en la orilla y, según uno de los participantes en el rescate, el policía se estaba "ahogando" porque las olas lo envolvían y la resaca lo arrastraba hacia dentro. No conseguía ponerse en pie. Finalmente, la cadena consiguió acercarlo más a la orilla, de donde lo rescataron en brazos.

El incidente ocurrió "casi en el mismo sitio" en el que, en enero de 2012, habían fallecido el estudiante Tomas Velicky y tres policías nacionales que habían intentado rescatarle. Al igual que ayer, los agentes hicieron una cadena humana, pero el mar arrastró a las tres víctimas.

"Había mucha resaca porque justo era el momento de pleamar y es la parte dura de la Coraza", explicó Touriñán, quien relató que no dudó en meterse en el agua cuando vio que un agente no podía salir y que su compañero intentaba sujetarlo. "Yo me eché corriendo al mar y otro chico también, después empezó a venir gente de Cruz Roja y entre todos hicimos una cadena", relata. "Nos podía haber pasado lo mismo que con Velicky. Menos mal que estamos todos bien, trasladaron a los dos policías, pero ya están dados de alta", indicó a media mañana Touriñán, que también fue atendido por el 061.

La Policía Local detuvo al joven por desobedecer la orden de prohibición de baño, en vigor hasta las nueve de la mañana de ayer, y por hacer caso omiso a los agentes, quienes, según fuentes policiales, le indicaron en repetidas ocasiones que cesase en su actitud. Sin embargo, uno de sus amigos, testigo de los hechos, sostuvo que éste en ningún momento se había enfrentado a los policías ni ignorado sus órdenes. Destacó que su amigo había colaborado en el rescate del agente.

El arrestado, según el 092, puso en riesgo su integridad y la de los participantes en el operativo. El joven quedó en libertad tras acogerse a su derecho a no declarar ante la Policía Nacional, que remitirá el atestado al juzgado para que determine si existe un presunto delito.