"Creemos que los cambios introducidos van a tener repercusión, ya no solo en la movilidad, sino también en la integración y en la interacción entre la ciudadanía y la avenida", afirma Daniel Díaz, el concejal de Mobilidade Sostible, sobre las modificaciones introducidas por el Concello en el proyecto de remodelación de Alfonso Molina, que para el edil tenían por objetivo que "esta grieta urbanística se ablandase en su transcurrir por el casco urbano". Díaz considera que los cambios efectuados son "profundos", como la "mejora de la esponjosidad de ambos márgenes" que a juicio "se va a notar mucho", y destaca que en la negociación hubo cesiones por ambas partes, aunque la ampliación de carriles solo se realizará "donde es preciso para solucionar los puntos conflictivos y no como estaba previsto inicialmente".

"Somos optimistas en cuanto al futuro de este proyecto renovado", afirma el edil sobre si resolverá los problemas que ahora genera la avenida con sus salidas e incorporaciones, especialmente la del acceso a Pocomaco y Matogrande. En su opinión, las retenciones que se producen ahora por el trenzado entre los carriles situados a la izquierda y las salidas "se van a ver resueltos en su mayor parte con esta actuación", por lo que destaca que el Concello actuó "de un modo responsable" en relación con este proyecto.

"Los sistemas de movilidad funcionan de forma integral, de forma que hay un problema en un punto de la ciudad y no se sabe por qué se colapsa en el extremo contrario", advierte Salvador Rueda, autor del Plan de Movilidad elaborado durante el mandato municipal de PSOE y BNG. Para este experto, las "soluciones ortodoxas de siempre", en las que incluye a las simples ampliaciones de carriles, "lo único que generan es un problema mayor a la corta y a la larga".

Rueda alaba que Concello y Fomento hayan alcanzado un consenso sobre esta actuación y califica de "fantástico" que se vayan a incorporar carriles bici y sendas peatonales a la avenida, aunque señala que sería necesario disponer de análisis sobre cuestiones como el transporte público "para ver como se puede conseguir que las diferentes partes de la ciudad queden integradas".

"Se ha perdido una oportunidad para incorporar un carril bus que vamos a pagar en el transporte metropolitano", se lamenta el consultor de movilidad Juan José Ruiz, para quien la instalación de esta infraestructura "era muy complicada pero muy necesaria". El problema de Alfonso Molina, a su entender, es "la cantidad de entradas y salidas a distancias cortas y no los cambios continuos de carril", una situación que también se produce en la rotonda de Marineda, que considera "mal calculada porque no tiene distancia suficiente entre entradas y salidas para que no se produzcan atascos".

Ruiz es partidario de que ese carril bus fuera también utilizado por el taxi pero rechaza que fuera para Vehículos de Alta Ocupación (VAO), que permitiría su uso por vehículos privados con varios pasajeros, ya que califica como uno de los problemas graves de la ciudad "la facilidad de los coches para llegar hasta el fondo" del casco urbano, aspecto en el que afirma que A Coruña "va muy por detrás con respecto a otras ciudades".

"Con un carril más por sentido no tendría que haber problemas si se construyen bien los enlaces", opina el presidente de Teletaxi, Manuel Sánchez Quindimil, a quien su experiencia profesional le lleva a pensar que lo ideal sería haber ampliado la avenida hasta el puente de A Pasaxe porque hay conductores que evitan esta salida "al encontrarse con problemas en la zona de Palavea".

"Cualquier ampliación que se haga, incluso con zonas peatonales y carriles bici va a ser positiva, como lo ha sido la tercera ronda, que eliminó tráfico en Alfonso Molina", señala Manuel Maceiras, vicepresidente de la Federación Provincial de Autoescuelas, quien sin embargo advierte de que "habrá que esperar para ver si será suficiente". "Recuerdo que cuando era niño el puente de A Pasaxe solo tenía un carril por sentido y que cuando hubo cuatro se pensó que sería suficiente", destaca sobre este proyecto, en el que a su juicio "en dirección de salida quizás cuantos más carriles haya será positivo, pero para entrar habría que calmar más el tráfico".

Maceiras califica de acertado ampliar la anchura del tramo entre Ponte da Pedra y la autopista para que no se mezcle el tráfico que procede de la AP-9 con el que va a Pocomaco, ya que estima que circular por Alfonso Molina y desviarse para ir hacia ese polígono "mete miedo" ante la afluencia de vehículos que proceden de la vía rápida.

También se pronuncia a favor del proyecto Eladio Salgueiro, presidente del Club Ciclista Mesoiro, por la inclusión de carril bici en el tramo de Alfonso Molina que se ampliará, ya que advierte de que la entrada y salida de la ciudad por esta avenida "es bastante peligrosa para un ciclista".