Hace diez años que el Ayuntamiento coruñés decidió armarse de tecnología para poner freno a la contaminación acústica en la ciudad. El área de Medio Ambiente sacó a contratación a finales de agosto de 2006 el suministro y la instalación de sonómetros para determinar cuáles eran las zonas con mayor concentración de ruido, a través de mediciones que comenzarían al año siguiente.

Los espacios con mayor afluencia de gente por el ocio nocturno y los polígonos industriales fueron los primeros sospechosos del Ayuntamiento. El departamento municipal de Medio Ambiente instaló sonógrafos en áreas de marcha como el Orzán y en zonas de industria. Los resultados que arrojaron los aparatos confirmaron que la calle Juan Canalejo y las aledañas resultaron, en efecto, ser una de las zonas acústicas saturadas de la ciudad. También la plaza del Humor y la plaza de Azcárraga se encontraban entre los puntos de la ciudad con mayor nivel de ruido, debido al ocio nocturno, igual que el Orzán.

Para tratar de corregir la saturación acústica en estas zonas, el Concello obligó a los establecimientos de ocio nocturno a instalar sonómetros en su interior para medir los niveles de ruido y poder controlarlos. Además, intentó contener el fenómeno del botellón, que durante años, en aquella época, tenía en la plaza del Humor uno de sus máximos exponentes.

Una vez iniciadas las mediciones para conocer los puntos más ruidosos de la ciudad, principalmente en el centro, el Ayuntamiento coruñés inició un plan, en el que se incluyó la instalación de una red de vigilancia por toda la ciudad para complementar los resultados obtenidos con la elaboración del mapa de ruido.

"Se observó la necesidad de realizar un seguimiento a largo plazo de los grandes focos de tráfico, tanto calles como carreteras, a fin de poder validar los resultados del mapa de ruido obtenidos mediante un modelo teórico, así como llevar a cabo el seguimiento de las Zonas de Ocio Nocturno, los focos industriales o incluso zonas tranquilas", explica el Ayuntamiento en su página web.

En la actualidad, los sonómetros se encuentran instalados en la avenida de Alfonso Molina, en la calle Juan Canalejo, en Matogrande, en la zona de Juan Flórez y la plaza de Pontevedra, en la plaza del Humor, en la plaza de Azcárraga y en la zona industrial de Bens, como detalla el sitio web del departamento municipal de Medio Ambiente.