Para el alcalde, Xulio Ferreiro, siguen sin darse las condiciones de "confianza mutua" para construir un gobierno de coalición con los socialistas coruñeses, que esta semana volvieron a abrir la puerta a algún tipo de pacto previo a la aprobación de los presupuestos. Para el regidor, el orden de los factores altera el producto. "Creo que los presupuestos son un buen momento para tejer una relación de confianza, creemos que es un buen momento para demostrar que podemos confiar en unos y en otros y, a partir de ahí, se podrán ver otros escenarios", declaró en una entrevista Radio Coruña.

Ambos grupos se sentaron el pasado jueves para, según analizó el PSOE, "analizar el marco previo de negociación" y "las bases de negociación de las ordenanzas fiscales y los presupuestos de 2017". A la reunión acudieron acompañados tanto el alcalde como la secretaria general de la Agrupación socialista coruñesa, Mar Barcón, que en los últimos meses ha dejado la mayoría de negociaciones en manos de los concejales más afines. Ambos hablaron de cordialidad y de un acercamiento. Según aseguraron los socialistas, coincidieron en "que es necesario repensar la relación en María Pita para dotarla de un elemento de estabilidad y así poder tomar de modo conjunto sobre asuntos de interés para enderezar la situación de la ciudad". Por definir, "el grado de aproximación", dicen.

El alcalde no ve clara la posibilidad de que ese acercamiento llegue al nivel máximo en la actualidad con un pacto antes de la aprobación de los presupuestos y fía a su relación con el PSOE durante su negociación la apertura de "un nuevo escenario". Asegura que hay aún "heridas abiertas" con los de Barcón.

"Para llegar un gobierno de coalición, hay que establecer una relación de confianza; esto lo dijimos el año pasado a estas alturas", argumentó durante la entrevista, "estamos en la misma situación pero con más cicatrices que el año pasado". Así, insiste, "es difícil plantearse una relación de gobierno". Ferreiro habla de "desconfianza mutua" y añade que ninguna de las dos fuerzas puede plantearse una coalición o ver la forma de construir una coalición "en función de sus necesidades internas": de las del PSOE, "que efectivamente tiene un problema interno a nivel local, gallego y estatal", y de "de las propias expectativas de Marea Atlántica". "La clave tiene qué ser que es mejor para la ciudad, qué es lo que necesita en cada momento", declaró.

Aparcada así cualquier posibilidad de gobierno pero no la relación entre ambos. El regidor informó así, durante la entrevista que ellos han optado por trasladar al PSOE un "pacto de estabilidad" que "permitiese sacar en común los temas principales de la ciudad", más allá de las competencias del pleno o de la junta de gobierno. Para vigilarlo, sugieren "una comisión de seguimiento de ese pacto de estabilidad y darles participación en aquellos asuntos en las que quieran tener". A cambio, esperan evitar "la amenaza de 'si no me gusta lo que está encima de la mesa me voy con los otros", indicó Ferreiro entre reproches por lo que consideran un "pacto" con el PP en los presupuestos de 2016.

"No somos grupo preferente"

Del lado del PSOE coruñés se puso ayer Julio Sacristán, presidente del partido a nivel provincial, cuya sintonía con la agrupación local no ha sido armónica en los últimos años. Se pone del lado de sus compañeros en el Concello al manifestar rotundo que las diferencias entre PSOE y Marea "son públicas y notorias" porque, a su entender, el Gobierno local "no ha mantenido" su promesa de convertirlos en "un grupo preferente".

Sacristán avanza que van a intentar darle una solución a nivel provincial, con una reunión "con los compañeros que gobiernan con pactos con las mareas o que los apoyaron con el objetivo de analizar cómo deben ser esas relaciones". "Hay ayuntamientos en los que el PSOE y las mareas gobiernan sin problema y en otros nos ningunean pese a apoyarlos", indicó el socialista, cuyo partido gobierna en la Diputación en coalición con el BNG pero necesitan de los votos de las mareas para alcanzar la mayoría.