El futuro de las ciudades españolas con el horizonte divisado en el año 2020 se diseña en un documento estratégico multisectorial llamado DUSI o Eidus, acrónimo de Estrategia Integrada de Desarrollo Urbano Sostenible. A Coruña se apuntó en el mandato del PP a este programa en el que los ministerios de Fomento y de Hacienda exigen a las ciudades candidatas que planifiquen necesidades, establezcan retos y hagan un diagnóstico de sus recursos desde una perspectiva integral para poder acceder a fondos europeos con los que desarrollar proyectos en cofinanciación para consolidar su modelo de ciudad.

Concebida la estrategia desde comienzos de 2015, el Gobierno de Marea se apoyó meses después en análisis realizados por gobiernos anteriores, estudios estratégicos por sectores, consultas en colegios y diversas aportaciones ciudadanas para identificar desafíos urbanos que deberían ser abordados por los proyectos del programa Eidus con inversión municipal y europea.

El espectro de actuaciones diseñadas es amplio y se concentra en ocho objetivos genéricos que tienen que ver con la economía social, compromisos medioambientales, igualdad e inclusión, participación ciudadana, sostenibilidad, cooperación, ciencia y justicia social.

Algunos desafíos concretos dentro de estas dimensiones son: impulsar el comercio de proximidad; reformar mercados municipales como Santa Lucía y Monte Alto y plazas como la de San Pablo; eliminar vertidos en la ría coruñesa y regenerar áreas como la de As Xubias; desarrollar la plataforma A Porta Aberta y, dentro de ella, iniciativas como los presupuestos participativos; descentralizar la administración en distritos; rehabilitar espacios urbanos; implantar carriles para bicicletas; mejorar el alumbrado público con recursos que supongan ahorro energético; facilitar el uso de instalaciones deportivas; o poner en marcha un plan de acceso a un hábitat digno para las personas que habitan en asentamientos precarios como el de A Pasaxe.

Algunos de estos objetivos han sido apuntados y promovidos por el Gobierno local en sus meses de mandato a través de las distintas concejalías, y acciones ya emprendidas, como la entrada en vigor de la renta social municipal o la participación de los ciudadanos en la elaboración del presupuesto del próximo año, coinciden con directrices importantes recogidas en el documento Eidus con el que el Ayuntamiento ha querido acceder a un máximo de 15 millones de euros de los fondos europeos Feder.

Reorientar la gestión del agua, aumentar el parque de vivienda pública, combatir el fracaso escolar, renovar infraestructuras, adecuar el espacio urbano de los polígonos industriales o fomentar la movilidad alternativa y la intermodalidad son otros objetivos previstos, más inconcretos, al abrigo del plan Eidus. Algunos son retos ya anunciados por ediles en los últimos meses y se encuentran en distintas fases de desarrollo, en ocasiones pendientes de la coordinación y el entendimiento con otras administraciones; otros forman parte de los programas de trabajo para los años de mandato y se prevé su implantación a medio y largo plazo.

Cada propuesta incluida en el plan Eidus diseñado por A Coruña apunta diversas amenazas o puntos débiles, condicionantes que pueden obstaculizar la consecución de retos y que, a la postre, han podido ser tenidas muy en cuenta por el Ministerio de Hacienda para tumbar el documento presentada a comienzos de este año en la primera convocatoria. Entre ellos están los vertidos contaminantes en la ría coruñesa, la caída del gasto en I+D, la tasa de paro y de actividad, la emigración juvenil, la pérdida de biodiversidad o la baja formación de algunos sectores de la población o la desafección de la ciudadanía de la política profesional.