Diez años de cárcel y el pago de una indemnización de 18.000 euros. Esa es la pena a la que se enfrenta un joven que ayer se sentó en el banquillo de los acusados por intimidar, perseguir y agredir a su exnovia por dejarlo. El procesado, que tenía 19 años, negó los hechos durante el juicio y tan solo reconoció haberle enviado mensajes a través de una red social en los que la insultaba y vejaba. La víctima se negó a prestar declaración. La Fiscalía relata en su informe sobre los hechos que el sospechoso comenzó a salir con la afectada en 2010. La relación duró un año, aproximadamente, porque el procesado la insultaba y vejaba con frecuencia. La chica dejó de salir con él cuando le propinó un bofetón.

"No aceptó la ruptura y durante los dos años siguientes comenzó a acosarla", subraya el Ministerio público, quien admite que resulta "imposible" concretar la multitud de episodios de contenido "intimidatorio, persecutorio y violento" protagonizados por el acusado, ya que muchos de los mensajes que envió a la víctima no se conservan.

La Fiscalía relata en su escrito de calificación que, además de ir hasta su domicilio, la amenazaba continuamente. El último episodio, que terminó con la detención del investigado, sucedió el 27 de mayo de 2013 en la vivienda de la víctima, situada en la Sagrada Familia. El imputado timbró insistentemente al telefonillo, pero la afectada no accedió a abrirle la puerta y alertó a la policía debido al estado de agresividad que presentaba. El procesado, según el fiscal, forzó una ventana del inmueble y logró acceder a su interior. Nada más encontrar a su expareja en el piso le propinó un empujón que provocó que cayese al sofá y le tiró fuertemente del pelo, arrancándole varios mechones. La chica logró zafarse de él y, cuando salió a la calle, se encontró con los agentes, quienes arrestaron al sospechoso.