Los promotores del proyecto inmobiliario de As Percebeiras son conscientes del impacto que causará la construcción de edificios de hasta 16 plantas en un lugar próximo al paseo marítimo, lo que lleva al autor del plan especial, el arquitecto José Manuel Gallego Jorreto, a defender en el documento que la ordenación propuesta "permitirá la visión de la Torre de Hércules desde la avenida de Labañou". Esta vía será el límite superior de la zona en la que se construirá, ya que la parcela de 44.000 metros cuadrados en la que se desarrollará la actuación se inclina desde la parte alta de Labañou hacia la costa. El plan destaca la "indudable singularidad" de los terrenos de As Percebeiras por su carácter de "balconada hacia el mar", sus "espléndidas vistas del océano y de la Torre de Hércules", así como por su condición de "espacio vacío que penetra en el interior de la ciudad", lo que a juicio del autor del documento es un "fenómeno que no se repite en ninguna otra parte de la ciudad".

El arquitecto pone de relieve la dificultad de compaginar el cumplimiento de las disposiciones del plan general para el lugar con la "altísima edificabilidad" que se le concede en el plan general, por lo que apuesta por "una concentración de edificación que necesita crecer en altura para liberar suelo", ya que se autorizan 403 viviendas. Pero Gallego advierte de que esta solución obliga a abrir espacios entre los edificios "para que no se tapen las vistas entre sí". También expresa su preocupación porque "desde el exterior no formalicen una muralla que rompa la escala de la ciudad" y propone que se ordenen de forma que a su alrededor haya "espacios públicos habitables pensados para la vida cotidiana".

La disposición propuesta por el plan especial de As Percebeiras es de una "serie de plataformas escalonadas desde las que se ve el panorama" y que junto con los 13.537 metros cuadrados de zona verde formen un "itinerario abierto que desciende desde la avenida de Labañou al paseo marítimo".

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Para contrarrestar el impacto visual de los edificios proyectados, el plan apuesta por "fraccionar los volúmenes y hacerlos esbeltos acompañándolos de espacios arbolados" con el fin de evitar "apantallamiento" y lograr que se "integren en el perfil urbano".

El estudio paisajístico que incluye el plan especial analiza el impacto visual que tendrá su propuesta con vistas realizadas desde el Acuario, el mirador del Matadero y la Coraza de Riazor, para lo que efectúa recreaciones que muestran la imagen del barrio de Labañou desde el lado contrario de la ensenada del Orzán. Al examinar el efecto que causarían las nuevas construcciones Gallego Jorreto destaca que "se aprecia también como la altura de los edificios altos debe limitarse para poder integrarlos en el paisaje", al tiempo que advierte de que "mayor altura alteraría el perfil urbano", hasta el punto de que "rivalizaría incluso con el monte de San Pedro".

El mirador del Matadero es, según el plan, "donde mejor se aprecia la necesidad de separar los edificios altos así como su necesaria esbeltez", que además revela "la importancia de la vegetación como elemento integrador". El proyecto prevé facilitar el tránsito de la parte alta y la baja del polígono mediante ascensores o escaleras mecánicas, mientras que en una gran parte de los viales no habrá diferencia de nivel entre las aceras y la calzada, al tiempo que se suprimirán casi todo el aparcamiento de superficie.