El Gobierno municipal abrirá a lo largo de este trimestre el albergue para personas sin hogar que se habilitará en la planta baja del centro cívico de Monte Alto. La Concejal de Xustiza Social e Coidados, Silvia Cameán, asegura que los trámites administrativos están en una fase "avanzada" y que las obras de adaptación comenzarán "inminentemente", después de que en noviembre se tuviesen que modificar los pliegos del concurso, retrasando un mes todos los trámites.

Finalmente, se presentaron un total de cuatro empresas a la convocatoria, de las cuales una, el Comité Anti Sida de A Coruña (Casco), fue excluida al no haber presentado toda la documentación que se les requería. De acuerdo con los planes del Ejecutivo, el centro cívico estará equipado con "sofás tipo relax" para ofrecer a quince personas cada día y durante el tiempo que deseen "un descanso cómodo y seguro".

Este albergue, además de facilitar el descanso de las personas que hasta ahora han vivido en la calle, contará con una consigna, con un servicio de ocio y de café, de modo que, a las 23.30 horas, se les ofrecerá a los usuarios un pequeño refrigerio, con un café o una infusión, una pieza de fruta o de bollería y un bocadillo. De manera paralela, se realizarán itinerarios de inserción social y de acompañamiento para que los usuarios puedan realizar la transición "a alojamientos más estables" y normalizados. Eso implica la intervención psicosocial, socioeducativa y sanitaria, así como la participación en actividades grupales y hasta la incorporación de usuarios a programas de rehabilitación, si así lo requieren.

El servicio se prestará todos los días del año en horario de nueve de la noche a ocho de la mañana. Si bien contará con normas, fuentes municipales indicaron que serán más flexibles que las que se imponen en otras instituciones que prestan un servicio similar en la ciudad, que en ocasiones llevan a estas personas a no querer pasar la noche en ellas. Apuntan además que es una iniciativa con el visto bueno de los vecinos, porque consideran necesaria la atención a las personas que carecen de un hogar y desde el Concello se garantiza la seguridad en la zona.

El Gobierno local asegura que este servicio, así como el de la renta social, son muestra de su "compromiso con quien peor lo pasando". El Ejecutivo también quiso salir al paso de las críticas por el acondicionamiento de los puentes de Alfonso Molina para albergar personas alegando que se trata de una realidad que hay que gestionar. "Decir que la política social de este Concello pasa por acondicionar estos viaductos supone una enorme falsedad".

En la propuesta municipal para la humanización de Alfonso Molina se indica que los puentes son el "último refugio vital" de las personas con menos recursos y concluyen, después de haber realizado entrevistas con personas que se protegen bajo sus estructuras, que las intervenciones a realizar deben ser "mínimas" y deben consistir en solucionar problemas de humedades o goteras debajo del tablero o por los muros.