La propuesta del Gobierno local de convertir los muelles de Batería y Calvo Sotelo en la sede de un Museo del Mar y de la Emigración y de que San Diego sea una gran zona de espacios libres en la que la industria parta del mar y de la actividad pesquera no emociona a los grupos de la oposición.

La portavoz del PP, Rosa Gallego, afeó al regidor municipal que no hubiese explicado estas propuestas en la reunión de portavoces, aunque considera que no es una mala idea, ya que, en parte, tiene su origen en proyectos heredados del PP, como Coruña Futura. "Tiene mucho trabajo hecho y ahora le toca negociar el planteamiento general y los futuros usos del espacio a nivel global con la oposición y otras administraciones y luego, concretar los proyectos y no al revés como está haciendo", dijo Gallego. Y es que, el anuncio de los planes del Gobierno local para los futuros terrenos desafectados de la actividad portuaria, los dio a conocer el pasado miércoles el alcalde, Xulio Ferreiro, durante un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, en un acto en el que fue presentado por el presidente de la Diputación, el socialista Valentín González Formoso.

Sobre la mesa quedan todavía los convenios de 2004, que permiten la construcción de edificios de diez alturas en San Diego y de nueve en Batería y Calvo Sotelo. Estos documentos siguen vigentes y se firmaron con el objetivo de que la venta de los muelles interiores para la construcción de hoteles, oficinas, centros comerciales y viviendas, entre otros edificios, permitiesen llenar las arcas de la Autoridad Portuaria para que pudiese hacer frente a las deudas contraídas por la construcción de la dársena exterior.

El portavoz del PSOE, José Manuel García, se muestra contrario a la propuesta del Concello para estos terrenos. "Llevan 22 meses de Gobierno y no hay ni un solo papel sobre la mesa", denunció el concejal socialista, que dejó claro que no le gustaba la propuesta de Ferreiro por poco original. "No puedo decir que me sorprende, ¿cuántos museos marítimos se han abierto en España en los últimos años? Cada ciudad que tiene un puerto tiene un museo marítimo. No me parece que sea la manera de avanzar propuestas de futuro y con carácter diferencial para que la ciudad destaque no solo en España sino en Europa, que hay cientos de ciudades portuarias", explicó García.

La portavoz del BNG, Avia Veiracriticó las propuestas del Gobierno local no por su contenido sino por considerar que, a punto de cumplirse dos años de su mandato, todavía no tenga "elaborado y estructurado su propio proyecto" para los muelles interiores.

Defiende Veira la idea de abrir la ciudad al mar y de que los terrenos desafectados pasen a tener uso público, ya que forma parte del discurso nacionalista en el Concello, pero insta al Gobierno local a no dejar pasar el mandato sin actuar, para que "no se consume otro espolio" en la ciudad.

"Si realmente el Gobierno local tuviese un proyecto definido estaríamos hablando desde hace tiempo, por ejemplo, de la necesaria reforma del plan general, con propuestas claras y definidas, que garantizasen la recuperación para la ciudad de los terrenos y que, además, de que en esa modificación de la ordenación de los espacios portuarios se preservase la actividad económica del puerto actual", explica Avia Veira, que defiende la pesca como un motor de la generación de riqueza y empleo y también el uso de las vías del ferrocarril del muelle de San Diego como transporte metropolitano.

Este aspecto lo recogió también en su discurso el alcalde y aseguró que la lonja sería uno de los protagonistas de la reordenación del muelle de San Diego, según los planes del Gobierno local.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, que el pasado miércoles no acudió a la conferencia de Ferreiro, en el hotel Finisterre, adelantó ayer en una radio local, que "en breve" mantendrá otra reunión con el regidor municipal y el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, para intentar encontrar un equilibrio entre que los terrenos desafectados puedan ser de uso público y que la Autoridad Portuaria consiga dinero para pagar el puerto exterior. Una obra a la que calificó como "fuera de escala" para la institución que preside, ya que el año pasado, en el que fue su mejor ejercicio, facturó 28 millones de euros y las obras de la dársena costaron 750 millones.

Losada se defendió ayer frente a los argumentos que solicitan la devolución gratuita de los espacios liberados. "El Puerto jamás le ha quitado nada a nadie, son terrenos que se han ido consolidando a través de rellenos, es decir, terrenos inexistentes", alegó Losada, en referencia, por ejemplo, a los del Finisterre, que antes de ser sepultados para erigir este complejo hotelero eran la playa de O Parrote.